Son
varios los factores que explican la persistencia de la radio como el vehículo
de comunicación con mayor cobertura. Por un lado, debido a su sencillez
técnica, la radio resulta accesible a todo usuario, quien pueda sintonizarla
virtualmente en cualquier lugar. En una época telemática de complejas
tecnologías de comunicación, la sencillez de la radio la mantiene como uno de
los medios más asequibles parta el lector.
Barata,
fácil de construir y de operar, la radio posee además características muy
propias como la inmediatez, la instantaneidad, la simultaneidad y la rapidez,
que contribuyen a su eficacia como medio informativo. Tampoco olvidaremos, con
palabras de Luis Bassets, su valor cotidiano y emotivo, y mucho menos sus
extraordinarias posibilidades artísticas. Puede decirse que la versatilidad de
este medio ha sido un poderoso factor para contravenir todo un género de
predicciones apocalípticas en torno a su inminente obsolescencia y consecuente
desaparición. Por el contrario, con el paso del tiempo la radio ha enriquecido
su experiencia para reafirmar su sitio irreemplazable entre los medios de
comunicación.
Sin
embargo, además de sus virtudes técnicas, el arraigo de la radio se explica también
por otras razones. Debido a su capacidad a ser comprendida por un público
heterogéneo que no requiere de un gran conocimiento especializado para entender
sus mensajes, hecho de suma importancia en el caso de un público que no sabe
leer, este medio continúa desempeñando un papel relevante en los países que
tienen un elevado porcentaje de analfabetismo, sería obstáculo, por ejemplo,
para la difusión de la prensa.
Es
preciso volver la vista al cuadrante, examinar la escasa historia de la radio.
Volver a sus orígenes; preguntarse el porqué de su funcionamiento actual,
analizar sus modalidades y los mensajes que se difunden por las antenas.
Preguntarse acerca de ausencias y presencias; conocer sus auditorios,
reconsiderar su papel y usos para las sociedades.
Es
indiscutible que la radio es el medio de comunicación que lleva las noticias e
informaciones de forma vertiginosa, mucho más rápida que cualquier otro medio.
Pero esto no solo es lo más importante que hay en la característica. Tiene
funciones que a la par la van a ser un
instrumento de suma importancia para el desarrollo y participación de todos los
sectores sociales. Dicho sea de paso, van a jugar un rol fundamental en las
tareas comunitarias, populares. El papel de la radio, como se sabe, en sus inicio
es tuvo un escenario muy marcado por su involucramiento con las comunidades,
sus problemas, necesidades y aspiraciones. Y vaya que aún persisten estas taras
sociales, pero también persiste la función de ella como intermediaria y solucionaría
de todo aunque en menor medida. Si bien, pues, lo afirmado por Bertolt Brecht
hace más de cincuenta años y que aún se mantiene, se decía que la radio no
tiene más que un aspecto, aunque debiera tener dos. Es un simple aparato de
distribución. No hace sino transmitir. Para hablar ahora de manera positiva, es
decir, para detectar lo que hay de positivo en la radio, he aquí una propuesta
tendiente a transformar su función: hay que convertirla de aparatos de
distribución en aparatos de comunicación. La radio podría ser el más
extraordinario aparato de comunicación que pueda imaginarse para la vida
pública, un enorme sistema de canalización o más bien, podría serlo si supiera
no solo transmitir sino recibir; no solo hacer escuchar al oyente sino hacerlo
hablar, no aislarlo, sino ponerlo en relación con los otros. Sería pues
necesario que la radio, abandonando su actividad de proveedor, organizara este
abastecimiento por los propios oyentes. Esto se ha tratado de alcanzar de
diferentes formas, en distintos países y por diversos grupos. Se tomó una
importante teoría sobre los medios de comunicación social que ha denominado
teoría democrática-participativa. Dennis McQuail lo sintetiza en los siguientes
postulados:
·
Los ciudadanos
individuales y los grupos humanitarios tienen derecho a acceder a los medios de
comunicación y derecho a que los medios de comunicación sirva a sus necesidades
tal como ellos lo decidan.
·
La organización y
el contenido de los medios de comunicación no debe someterse al control
político centralizado ni a la burocracia estatal.
·
Los medios de
comunicación existen ante todo para sus audiencias y no para las
organizaciones, los profesionales de los clientes de los medios de
comunicación.
·
Los grupos, las
organizaciones y las comunidades locales deben tener sus propios medios de
comunicación.
·
Los medios de
comunicación en pequeña escala, interactivos y participativos son mejores que
los medios de comunicación en gran escala, unidireccionales y
profesionalizados.
·
Determinadas
necesidades sociales, relativas a los medios de comunicación, no se ponen
debidamente de manifiesto a través de las demandas de los consumidores
individuales ni a través del Estado y sus princípiales instituciones.
A
una radio comunitaria no la define la cobertura, ni sus características técnicas,
ni la propiedad del medio. Lo que distingue la esencia de la comunitaria son
los objetivos sociales por los que se lucha. Ellos orientan su quehacer diario
al servicio de la comunidad. Las aspiraciones del movimiento de la
radiodifusión comunitaria tiene como objetivo social fundamental la
democratización de las comunicaciones. Lo comunitarios se entiende como un
estilo de vida, de pensamiento, de relación con el público.
El
objetivo de una radio comunitaria o cualquier otra es siempre un proyecto que,
en la medida de la realidad, sea de preferencia por parte de los oyentes. Que
involucre sus quehaceres, su ritmo de vida y sus costumbres. Que comparta junto
a ellos el sentimiento de la identificación, de la pertenencia, y un proyecto
radiofónico consiste principalmente en eso. Que tanto como los que hablan que
como los que escuchan tengan ese sentido de convergencia, de reciprocidad, de
escuchar y ser escuchados. Que los temas que van a ser tratados dentro del
proyecto tengan la criticidad con la que se desenvuelven los sectores de los
cuales se va a hablar. Pues las radios populares o comunitarias nacieron
precisamente inspiradas en un proyecto de cambio social, estrechamente
vinculados con el movimiento popular y comprometido con las grandes mayorías
marginales. No hay que olvidar pues que hubo episodios y situaciones de luchas
populares en las que la radio jugó un papel protagónico, aquí en esta parte del
continente.
De
esta manera, demostraron su valentía, audacia y tenacidad en favor de compromiso
que adquirieron con los más necesitados. Entonces, el proyecto era netamente de
matices comunitarios, en el cual había nacido con el firme propósito de
expresar y dar expresión a los que verdaderamente querían. Y los proyectos se
dan y deben darse en ese sentido. Pues hay que tener en cuenta que si se
trabaja en favor de cambiar las realidades crudas que vivimos, desde las radios
se puede contribuir a hacer real todo ello. A través de ella, podemos conseguir
que haya menos maltrato, hacer que la ciudadanía se movilice por defender sus
derechos, a disminuir la contaminación ambiental, etc. En suma, a buscar un
mundo más igualitario y justo para todos. Ahora, dentro de la función de la
radio es indispensable conocer por parte de los oyentes las informaciones que
se emiten. Esto va a dar un esclarecimiento de los temas tratados para así
originar una opinión pública que se muestra activa y participativa con lo que
se transmite. Es preciso entender, pues, que a mayor información, mejor y más
intensa será la participación de los oyentes. Esto es una forma de educar a la
gente explicando los hechos y datos sobre una determinada situación. Así vemos
entonces que la relación información-participación crea un ambiente donde la
opinión pública juega un papel muy importante a la hora de expresarse.
Recordemos, pues, que la declaración universal de los derechos humanos recoge
el llamado Derecho a la Información, que supone la posibilidad de investigar y
recibir información opiniones y el de difundirlas, sin limitaciones de
fronteras por cualquier medio de expresión. Esto implica que más allá de varias
formaciones para que se conozca es preciso descubrirlas personalmente para
desde aquí poder expresar una opinión libre.
Es
preciso destacar también que dentro de la elaboración de un proyecto
radiofónico lo que va a marcar la diferencia va a ser su estructura. La forma
como se le dé tratamiento a los temas va a decir mucho a los oyentes. Pues la
producción radiofónica es un medio de gran utilidad, un medio que se desarrolla
con rapidez. Es interesante y presenta oportunidades para hacer carrera. La
producción siempre ha sido y será un elemento clave en la radio. Pero respecto
al proyecto radial aún esto es mucho más amplio. Dijimos que el tratamiento de
los temas va a propiciar las expresiones de sus escuchas, expresión en el
sentido de querer escuchar o no. Dependiendo todo ello de la agenda que se
pueda establecer. Pues la agenda va a delinear los temas de los cuales se va a
hablar y esta se va a establecer a partir de las realidades, de las situaciones
actuales que transcurran en el entorno. No se puede confundir entonces que solo
los temas periodísticos actuales son los que forman parte de una agenda radial
sino que también lo pueden ser los diversos fenómenos naturales como los
cambios climáticos, ayuda social y todo lo que se vea retratado en la forma de
contribuir a mejorar las situaciones en los diversos sectores y espacios
sociales. Pues no pensemos en la radio como un todo periodístico o como un
vehículo para la gratificación de los sentidos. También nos interesa en virtud
de su utilidad. De hecho, el que nos deleite ya convierte a la radio en útil.
Pero hay muchas situaciones en las que puede ser provechosa. Así estamos
hablando, creo, de un equilibrio en la estructura en la agenda radial. Sobre
los diversos temas que se hablarían. Y todo esto apunta a los aspectos
culturales, económicos, políticos y sociales.
También
es indispensable que dentro de desenvolvimiento que tiene las radios en las
comunidades, vale precisar la forma partícipe de las audiencias que tienen
respecto a sus realidades. Entonces, hablamos de un acceso tanto de quienes
hablan con los que escuchan. Así las radios comunitarias se convierten en
alternativas que dan luz a los proyectos y propuestas por parte de los
integrantes de la comunidad. Pues hay que entender que los procesos de
conversión de público en comunidad no suelen darse sin que el medio de
comunicación no sea consciente de las necesidades del salto cualitativo. Los
periodistas, radialistas, gestionan a su público de la misma manera que han
gestionado a la información que les proveen a las mismas fuentes. La gestión
del público facilita, por un lado, que el público participe, y permite por otro
que las aportaciones tengan una orientación en la mejora del proyecto
periodístico radial y de la relación del público con el medio.
No
obstante, aclaremos que aquellas son importantes portavoces de fuentes
fidedignas cuando de alguna información se trata. La veracidad de sus
expresiones es característica de que en realidad cumplen con el propósito de
estar enmarcados siempre en el sendero de la verdad.
Podremos
decir así que la radio ha surgido con esa consigna de expresar a través de sus
ondas lo netamente real, verídico. Que informe y haga participar a los oyentes
de forma libertaria sin atisbar de querer caer en el juego de los intereses
particulares. Así estaremos hablando de una verdadera función radial
comprometida con todos los sectores sociales que buscan un desarrollo y una
participación en los lugares donde vive. Hoy en día más que todo se hace
notoria la participación de los oyentes porque es gracias a las tecnologías
avanzadas que han posibilitado esto, como los celulares que crean un clima de
retroalimentación donde tanto el emisor como receptor tienen una validez dentro
de los temas que se tratan. El receptor en este caso tiene la opción de poder
decir algo con lo que no está de acuerdo y que ha sido transmitido en la radio,
como también el emisor puede mantener su postura que ha dicho.
Hay
que tener en cuenta que dentro del trabajo de la radio es visible que tanto
comunitarias como comerciales van por distintos caminos, pes las radios
comunitarias tienen que construir sus proyectos a partir de cada necesidad que
hay en cualquier zona. Ir hasta allá y estructurar de acuerdo a sus realidades.
Que se vea más que todo reflejadas su posición respecto a su fin. Que sean las
comunidades mismas las que vean su producto o estructuren en qué es lo que se
va a trabajar.
·
HAYA, Ricardo. Otro siglo de radio. La crujía
Ediciones.
·
REBEILL CORELLA,
María Antonieta. Perfiles del cuadrante,
experiencias de la radio. Trillas, México. 1989.
·
SIMON, Reymond. Perspectivas de las relaciones públicas. Editorial
Diana, México.
·
PASTOR, Luis. La rueda de la gestión de audiencia.
ENLACE CON VÍDEO
http://www.youtube.com/watch?v=6b-lZtwJIH0&feature=plcp%20-
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