martes, 11 de diciembre de 2012
http://books.google.com.pe/books?id=7C3-G06opJsC&printsec=frontcover&dq=generos+radiales&hl=es&sa=X&ei=faPHUNfCEYXg8ASkpYFI&ved=0CCoQ6AEwAA#v=onepage&q=generos%20radiales&f=false
http://books.google.com.pe/books?id=4pS0LgdlWacC&printsec=frontcover&dq=generos+radiales&hl=es&sa=X&ei=faPHUNfCEYXg8ASkpYFI&ved=0CDAQ6AEwAg#v=onepage&q=generos%20radiales&f=false
http://books.google.com.pe/books?id=TQEbk9DYwVsC&printsec=frontcover&dq=entrevistas+en+radio&hl=es&sa=X&ei=3aTHUPTkNpC-9QTu9YDgDQ&sqi=2&ved=0CDAQ6AEwAA
BIBLIOGRAFÍA
. BRAVO, Eli, OMEDA, Carolina, CHACÓN, Rafael. La radio global. 39 entrevistas que hablan del mundo. Editorial Torino. Venezuela.
. Editores Colihue. Los géneros radiofónicos. Antología. Buenos Aires. 2005.
. ORTIZ, Miguel Ángel; VOLPINI, Federico. Diseños de programa en radio. Madrid. 1ª Edición. Julio, 1995.
Enlaces
. http://books.google.com.pe/books?id=jyC08yAuyWEC&printsec=frontcover&dq=medios+y+participacion+ciudadana&hl=es&sa=X&ei=eKbHUIHHEIz09gSYs4DoCw&ved=0CCoQ6AEwAA#v=onepage&q=medios%20y%20participacion%20ciudadana&f=false
. http://books.google.com.pe/books?id=gGnhFQa6aDQC&pg=PA37&dq=medios+de+comunicacion+radio&hl=es&sa=X&ei=GKfHUJvSBI2Q8wTGwoBw&ved=0CDAQ6AEwAg#v=onepage&q=medios%20de%20comunicacion%20radio&f=false
. http://books.google.com.pe/books?id=acBvHVkioVsC&printsec=frontcover&dq=tecnologia+en+radio&hl=es&sa=X&ei=sqfHUJjxMYem8QT75YH4CA&ved=0CDAQ6AEwAg
BIBLIOGRAFÍA
. PADILLA, Héctor. Cambio político y participación ciudadana en Ciudad Juárez. Universidad autónoma de Juárez. México, 2004.
. HOEBERICHTS, Anouk y LÓPEZ Miguel. Comunicación y radio para el desarrollo local. Ediciones Abya-yala. Quito: Ecuador. 2001
. MARTÍNEZ ABADÍA, José. Introducción a la tecnología audiovisual. TV, Vídeo, radio. España. 1993.
domingo, 11 de noviembre de 2012
FUNDAMENTOS DEL PERIODISMO Y SU RELACIÓN CON LOS GÉNEROS RADIOFÓNICOS
RESUMEN
La radio y sus respectivos géneros
son una forma indiscutible de trabajo concertado en el campo laboral
radiofónico. Si bien, pues, los géneros han sido un determinante para poder
conceptualizarlo como tal, ella juega un rol que no se está cumpliendo. Para
eso, es, pues, indispensable que tanto periodistas como audiencia empiecen a
uniformizar para buscar un mejor horizonte mediático. El periodista en cuanto a
su función tiene que ser de compromiso y responsabilidad. Otro aspecto
relacionado a él juega la voz que es determinante para estimular sentimientos y
reciprocidad de quien esté atento a su expresión.
PALABRAS
CLAVE
Géneros radiofónicos, radio,
periodistas, audiencia, nuevo orden informativo, participación ciudadana, voz.
EL
PAPEL DE FISCALIZADOR
La radio como instrumento mediático
se inventó para poder ejercer funciones fundamentales: hacer que los problemas
sociales sean comprendidos en soluciones a costa de su participación,
fiscalizar a la autoridad a fin de que no se convierta en una suerte de autoritarismo
o atente en desmedro de los bienes públicos por parte de sus actores.
Hoy en día y desde siempre es un
trabajo duro para cualquier medio cumplir con estas funciones elementales. Pues
la gran concentración de medios que existe en el mundo lo imposibilita. Uno de
los principios que tiene y debe cumplir cualquier medio es, pues, mantenerse
alejado de los poderes; tanto económico como político. Esto para no crear,
según Augusto Álvarez Rodrich, una suerte de vinculación entre la prensa y la
autoridad. Pues ellas deben siempre mantenerse distanciadas para que pueda
fiscalizar a ésta. Pero, no cabe duda que en nuestro tiempo sean poquísimos los
diarios, radios, canales de televisión, etcétera, que ejercen una total
independencia. La gran mayoría ha pasado más bien a la defensiva de las clases
dominantes. Han modificado su alianza que no es noticia en la actual sociedad.
Su error primordial que era estar con el pueblo determinantemente ha
desaparecido. Ahora son servidores de un sistema que cada vez más alarga la
brecha de desigualdad en el mundo. No es, pues, por eso, que críticos como
Ignacio Ramonet ya han estructurado a la sociedad en base a tres poderes:
económico, mediático y político. Es más, consideran que el mediático es un
subproducto del económico porque es quien lo mantiene. Entonces, vemos con
muchas tristeza que esto se esté dando hoy con la mera conformidad de las
mayorías. Y es que ya quizá no tengamos voz ni voto porque simplemente los que
guían el rumbo de la sociedad se han empecinado en hacerlo así.
Vivimos un adormecimiento total,
una dominación de nuestras conciencias que hasta hoy es imposible revertir. Su
domesticación ha llevado, pues, a hacer unos actores pasivos, a no decir nada
frente a las inyecciones mediáticas (publicidad y propaganda), que los llevan a
la estupidización e ignorancia. Estamos viviendo una verdadera guerra del opio
destinada al adormecimiento de las sociedades y sus individuos, según Efraín
Ruiz Caro. Pero aún persiste, si podemos verlo con una lupa, medios que intenten
otro rumbo de funcionamiento, ese rumbo al cual se les asignó en su nacimiento:
el de estar con los movimiento sociales, los sindicatos, los que no tenían voz
ni voto, etcétera. Aún persiste en su intento de poder establecer su verdadero
rol. No es en vano, pues, que haya medios que se imponen por su pueblo. Que
tengan que enfrentar cualquier obstáculo a fin de cumplir su rol.
Sin embargo, esto va más allá. Va
en sentido de recuperar el terreno perdido y a la misma vez regar nuevos
gérmenes en pro de un nuevo periodismo. Si bien, pues queremos un periodismo
donde no impere la voz de quien paga más, sino de quienes son, a fin de
cuentas, los que pagan. Es hora de reestructurar y reformar los cánones de las
leyes comunicacionales, porque no es posible que un país como el nuestro
simplemente sean unas seis familias que manejen el imperio de la comunicación.
Creo y soy un firme convencido que es necesario empezar a trabajar de forma
alternativa hasta poder ir dando una señal de verdadero funcionamiento.
Sin embargo, hacer esto realidad
parte de la premisa de convertir al periodismo en un ente totalmente
independiente, donde se le vincule a su rol gestor de propuestas, soluciones e
intermediario en la sociedad. Mas no de alianzas vituperables como las que hoy
existen. Somos partidarios de una convicción firme de creer en un nuevo orden
informativo, pero esto solo va a empezar a causa de que la sociedad civil y los
periodistas asuman posturas de vinculación donde ella evalúe el trabajo de
aquellos. Como afirma Ignacio Ramonet, sean una suerte de quinto poder que lo
fiscalice, que tenga un empoderamiento a fin de ofrecer criticidad. En otro
sentido, es fundamental también que el periodista profesional asimile su
verdadera función al servicio de quienes lo necesitan mas no de quienes le
pagan y, de esta manera, el periodista sea un vector determinante para
contribuir al desarrollo y el bien social.
LA
PARTICIPACIÓN CIUDADAN EN LOS MEDIOS
Se ha hablado mucho acerca de la
dominación que ejercen los dueños de los medios sobre el pueblo, que es la
mayoría. Se ha dicho que son los que estructuran el orden informativo y los que
deciden qué publicar o no. Pero, en pleno siglo XXI esto de alguna manera está
volviéndose regresivo. Ya no están asumiéndose un rol muy importante los
periodistas, esto como consecuencia de las nuevas tecnologías que han ido
revolucionando el mundo de una forma grandiosa. Uno de ellos es el internet
quien se ha convertido, según John Murelaga, en el mayor competidor en estos
momentos de las agencias de noticias. Es la actualidad en un segundo, es el
gran hermano de la noticia mundial. Los profesionales de la radio lo saben y lo
comienzan a utilizar como medio de información que ofrece un sinfín de
posibilidades de actuación. Desde luego que esto es fundamental, pero es aún
más fundamental en la gran capacidad que tiene para todos los públicos. Pues a
partir de esto es que empieza a surgir un nuevo mecanismo de participación, es
a través, como la podemos ver en las redes sociales una especie de medio
abierto al mundo. Ya no es imposible, entonces, seguir siendo los oyentes
pasivos que siempre nos han dado los medios tradicionales. Desde esta tribuna
podemos opinar, criticar y discutir. Sin embargo, los que quizás aún no
entienden y siguen pensando que somos unos simples asimiladores de información
sin crítica son los que siempre han estructurado el orden informativo. Quizás
no se han dado cuenta que vivimos una cultura mediática en todos sus niveles.
Sin embargo, es indispensable que
el trabajo del periodista en cualquier medio empiece a formar parte de la
ciudadanía que siempre la ha reclamado. Pues el papel de oyentes pasivos ha
pasado a reflejarse en sujetos activos. La participación ciudadana, en este
sentido, entonces, tiende a obligar a los diaristas a asumir una función de
compromiso, responsabilidad y participación con sus audiencias. Si bien hoy en
día gracias a las tecnologías se puede vislumbrar un horizonte donde las
personas podamos ser partícipes de la información que se publica, es tiempo de
que junto con los profesionales se empiece a trabajar en razón de una mejor
propuesta comunicativa donde incluya a sus lectores y oyentes para, de esta
manera, crear una convivencia que sirva de mejoramiento al orden comunicativo.
Se trata entonces de volver la
mirada hacia la ciudadanía, como afirma Rosa María Alfaro, potenciando su
empoderamiento como públicos que exijan cambios en los medios y así avanzar aún
más al respecto. La educación ciudadana en derechos comunicativos se hace cada
vez más necesaria desde la escuela, el barrio, las organizaciones, la
universidad y los medios, pues es a partir de aquí que se debe empezar a formar
y a la vez fortalecer el derecho a la comunicación e información como fuente de
verdadero bien social.
No obstante, una parte de rol
promotor que juega la ciudadanía, también se incluye la labor del periodista y
la función del medio. Uniformizados estos tres elementos, es, pues, fundamental
para avizorar un nuevo orden social. La función del medio de comunicación debe,
entonces, como dice Armand Mattelart, convertirse en un organizador, un agente
de movilización, y, a la vez, un agente de identificación, junto a este medio
el periodista debe también promover y estructurar una forma de emitir sus
mensajes pensando en su público. Es, pues, el público que ahora ya tienen una
fuerza de repercusión y criticidad respecto de su manera de trabajar. O en todo
caso el periodista debe concretar una acción de acuerdo a la segmentación de
sus audiencias. Pues el trabajo jerarquizado en tono social requiere de esto
para un mejor entendimiento de su información. Pues el pueblo, la audiencia, en
tanto protagonista implica, sobretodo que las clases trabajadores elaboren sus
propias noticias y las discutan. Eso significa que pueda ser el emisor directo
de sus propias noticias, de su comunicación.
Así entonces la vinculación entre
el derecho y la comunicación debe darse para empezar a instaurar nuevas
funciones que busquen la integridad y la participación de todos, pues conocer
los medios por dentro es un gran aprendizaje para plantear la reubicación
democrática del periodismo y conocer también las audiencias es primordial para
desde aquí entablar una gran estructura que se vea reflejada en su actividad y
en su deseo de justa intervención como parte de una verdadera democracia en los
medios.
LA
FUNCIÓN DE LA VOZ EN LOS GÉNEROS RADIOFÓNICOS
Si bien ha habido una cantidad de
definiciones en cuanto a los géneros radiofónicos, creo que al final esto no ha
variado en nada su función de la radio. Como bien destacan diversos autores
esto ha llevado a enriquecer su modo de entenderlo mejor. Una de las
concepciones acertadas es, pues, que son formas de organización interna de los
mensajes, organizan los contenidos que se van a transmitir, como explica Carlos
Araya. De aquí pues podemos desprender una gama de elementos que la conforman
como son la crónica, la entrevista, el reportaje. Esto va a tener entonces una
gran diferencia en relación a los programas que son estructuras mayores que
determinan el estilo de la radio. Pero afirmándose en el terreno de los
géneros, sin duda, que también ellos han de venir desde un proceso largo para
convertirse en esa rama que ahora es. Aunque en muchos aspectos ellos son
confundidos en su real concepción. Así, pues, los llamados géneros musicales de
entretenimiento son hoy en día los que dan la hora en cuanto a las expectativas
sociales. Son los que mayor demanda tienen en la sociedad. Pero creo que trabajando
desde una postura más investigadora y creativa, son los profesionales de la
comunicación los llamados a fomentar esta nueva estructura acorde con la
racionalidad e imaginación de quienes los puedan oír. Si bien la discusión de
muchos estudiosos está en la forma de darle un realce sentido de interpretación
de los géneros, creo que esto va más allá, empezando a trabajar para crear y
difundir los géneros que apuesten por una mejor formación en sus públicos. Y
todo esto requiere un gran compromiso y una gran responsabilidad.
A decir también de quienes pueden
difundirlo, creo que juega un rol fundamental la voz, en cuanto a la emisión de
los informativos. Es necesario y fundamental, creo yo, trabajar para darle un
sentido y una entonación, de claridad, de persuasión. Que involucre todas las
formas y que llegue con mucha eficiencia y eficacia a sus audiencias.
Si bien, pues, los géneros
radiofónicos, desde mi concepción, necesitan un mejor trabajo y una mejor
realización parea difundirlos y no quedarse simplemente bregando en el
concepto. La voz, también, necesita un gran trabajo para expresarla en
cualquier género periodístico. Su ejercitación, su exposición, son, pues
fundamentales, en el trabajo radial.
Así, pues, la voz y los géneros
radiofónicos son, sin duda, ejes fundamentales donde da vueltas la función de
un periodista que tiende a crear un nuevo orden informativo concertado y
comprometido con sus audiencias.
CONCLUSIONES
·
En
suma, la verdadera democracia de los medios requiere de un arduo trabajo para
poder ponerlos a disposición de las audiencias y, a la vez, que busquen su
total desprendimiento de las clases dominantes, es decir, asegurar su
independencia al mismo tiempo el periodista cumple el verdadero rol que se le
ha asignado de estrechar relaciones con sus oyentes.
·
En
tal sentido, los géneros radiofónicos empiece a ser una pieza de creatividad e
imaginación en sus oyentes.
PROPUESTAS
·
Crear
un nuevo orden informativo en el que se establezca una verdadera expresión del
pueblo.
·
Asumir
los géneros radiofónicos como una forma de trabajo responsable y comprometedor
que adquieran una verdadera imaginación y creatividad de sus oyentes.
·
Devolver
el habla al pueblo a través de que jueguen un rol promotor tanto el estado y
sus públicos para tratar, en la verdadera dimensión de la palabra, de democratizar
a los medios de comunicación.
·
Ejercitar
y trabajar la voz para poder difundir expresiones y opiniones que sean de un
mutuo entendimiento en la población.
REFERENCIAS
·
ALFARO
MORENO, Rosa María. Derechos
comunicativos para la afirmación ciudadana.
·
ÁLVAREZ
RODRICH Augusto. Relaciones entre prensa y poder.
·
ARAYA
RIVERA, Carlos. Género, programas y
formatos radiofónicos.
·
FRANCO,
Carlos. El Perú de Velasco.
·
MATTELART,
Armand. La comunicación masiva en el proceso de liberación.
·
MURELAGA
IBARRA, John. El trabajo del periodista
de radio.
·
ORRILLO,
Winton. Los géneros periodísticos.
·
RAMONET,
Ignacio. La tiranía de la comunicación.
·
RAMONET,
Ignacio. Las masas manipuladas.
·
RUIZ
CARO, Efraín. La tecera colonización.
Enlaces:
http://www.nuso.org/upload/articulos/1155_1.pdf
http://www.carloscamacho.net/pdf/camacho_carlos_las_radios_populares_en_la_construccion_ciudadania.pdf
http://topua.org.py/wp-content/uploads/2011/06/Los-12-mandamientos-%C3%A9ticos-del-periodista.pdf
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/18_Cuesta_V80.pdf
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http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/18_Cuesta_V80.pdf
sábado, 29 de septiembre de 2012
UNA NUEVA VISIÓN RADIOFÓNICA
RESUMEN
La historia radiofónica ha
sido uno de los pilares fundamentales que ha podido inventar el hombre. Con esta se han podido incitar a
la creatividad y al desarrollo social de las poblaciones. De ella ha emergido
una pluralidad de géneros que ha hecho indispensable el desarrollo de las
personas en la totalidad de sus zonas geográficas. La venidera plausible de los
TIC’s ha hecho que ellas puedan multiplicarse y empezar a facilitar con rapidez
e inmediatez los mensajes radiofónicos. Solo nos queda empezar a trabajar,
desde la óptica comunicacional, para darle su real dimensión de funcionamiento.
PALABRAS CLAVE
TIC’s, radio, participación
ciudadana.
Por historia y tradición la
radio ha sido y es uno de los instrumentos comunicacionales con más rapidez e
inmediatez que los demás medios. Digamos que se erigen como uno de los más
importantes dentro de la escala mediática de siempre. Ahora, como toda
herramienta tecnológica dispuesta a su modernización, ella ha avizorado
actualmente un nuevo horizonte donde puede, sin lugar a dudas, abrirse en más
espacios llevando sus mensajes y sus programas a lugares distantes, alejadas,
donde quizá solo ella pueda ingresar sin permiso solo del sentido auditivo de
la gente.
Estos principios solo se
llevarán a efecto de una forma: a través de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación. Es decir, instaurando et nuevas renovaciones
acordes con ls tecnología tradicionales en l que haya un equilibrio constante,
de manera que e cierre gradualmente la brecha enorme entre las nuevas y viejas
tecnologías, para así desarrollar una genuina y transparente inclusión digital.
Sin embargo, haber llegado hasta
donde hoy estamos, en términos de comunicación, recordemos que ha sido producto
de todo un proceso tecnológico revolucionario que merece las gracias de toda la
gente, pero que también, a su vez, como todo adelanto, para bien o para mal,
tiene sus defectos. En los cuales, uno de ellos es el ambicioso afán de acaparamiento
y concentración de las TIC’s por parte del tradiciones sistema imperante de la
información.
Pero el propósito de la radio
no se encuentra simplemente en que uno la pueda sintonizar y basta. Lo
fundamental de la radio consiste en crear espacios donde los radioescuchas se
sientan parte importante, de donde ellos si puedan ser partícipes de las
emisiones. Es preciso entonces que aquí el trabajo arduo pertenezca a los que
puedan dirigirla, es decir, sus locutores o periodistas. No obstante trabajando
de manera armoniosa y placentera. Pues sabemos que las radios se enfrentan al
problema de captar la atención, ya que, por lo general, se oye y no se escucha. Digamos que es fugaz,
y, por lo tanto, es una de las desventajas de la inmediatez que ella pueda
tener. Lo que e requiere e una ampliación de los formatos radiofónicos, en las
cuales se plasme toda la creatividad de los ejecutores. Un ejemplo ilustrativo
podrí ser la proposición de producción de crónicas radiales y demás géneros que
demanden la curiosidad y la atención de las audiencias.
A pesar de que muchos
instrumentos mediáticos han adquirido una sorprendente e ingente participación
ciudadana, las radios no han perdido el carisma histórico que solían tener. Más
bien se ha fortalecido, porque han traído nuevas formas de competencia que han
sabido dirigirse y mantenerse en el pedestal social. Y esto se debe a la forma
inteligente que los conductores han sabido manejar e inducir con gran dinamismo.,
Pues de las diversas formas de emisiones tales así como los géneros, formatos y
programaciones han tenido una repercusión positiva de la ciudadanía. Pues
sabemos que los públicos son diferentes, y los gustos en las edades también son
disímiles. Entonces, ha sido preciso distinguir y entregar de forma
categorizada emisiones acordes con la preferencia de los públicos.
Dentro de la estructura
radiofónica, existe una gama muy diversa de géneros que pueden trabajarse para
hacer de ella una sintonía interrelacionada, que pueda distinguirse dentro de
la categoría de los públicos. Así, de esta forma no se puede visionar a la
radio como instrumento único y monotemático, sino como un engranaje y una multidisciplinariedad
que trastoque las diversas formas de acceder a ella sin restricciones. Esta
multidisciplinariedad va desempeñar un
rol importante, ya que va a entregar a los oyentes varios programas
(entretenimiento, cultura, información) alternativos. De esta manera e va a avizorar
a la radio como una hibridación que produce tan solo emisiones públicas sino
que va a hilvanar géneros que vn a ser de uso solazado por parte de los
escuchas.
Si bien, desde la historia radiofónica
se ha presenciado que ella podía satisfacer solo como instrumento informativo,
es importante reconocer que a partir de aquí empieza a engendrar nuevas maneras
de construcción radial, así como las radionovelas, los radiodramas, los
radioteatros, etcétera que daban un verdadero sentido educativo y social al
quehacer radial y, por lo tanto, a las diversas comunidades de la ciudadanía.
Pues a partir de aquí es donde se puede vislumbrar a la radio como
una herramienta social vinculada a la problemática de las personas. Es preciso
añadir que los diversos programas dirigidos a comunidades, se manifiestan como
un nuevo prototipo de poder darle otro sentido a la radio. Un sentido donde
ella sea el vehículo que pueda conectar las distancias y aspiraciones de
aquellos que lo necesiten. Solo mirando el panorama así, entonces estaremos
hablando de construir medios que puedan instaurar un orden comunicativo,
informático, donde se puede visualizar su participación como actor comprometido
con el desarrollo social.
Asimismo, es de profunda
satisfacción el poder tener hoy en día adelantos tecnológicos que posibiliten
una mayor cobertura y una mayor abarcación de espacio geográficos en la orbe
radial. Pues vemos que uno de los pasos gigantes que han dado las
comunicaciones ha sido el poder instaurar nuevo mecanismos comunicacionales de
accesión e interconexión entre ellas. Lo podemos ver en los celulares que tan
solo con cargarlos en los bolsillos nos permiten informar desde cualquier lugar
alejado. He aquí una forma dualista de trabajar para propiciar mejores
funcionamientos en el universo radiofónico. Ahora para tratar de resaltar esto
y llevarlo a las comunidades donde quizá e inexistente ría indispensable
empezar a trabajar desde la preocupación y el compromiso de los organismos
públicos, de los gobiernos de turno y de las entidades privadas; para
establecer una alianza y empezar a crear diversas maneras de llegar a esas
zonas. No obstante trabajando bajo la premisa de una atribución social, es
decir, que l mismas comunidades se sientan dueñas de las emisoras a instaurar
para desde aquí comenzar a crear un nuevo orden comunicacional que otee el
panorama social y que trabaje bajo esto tratando de buscar en un futuro cercano
una nueva construcción ciudadana.
SÍNTESIS CONCLUSIVA
Es indispensable empezar a
trabajar por un nuevo sentido radial en el que posibilite la participación ansiada
desde mucho tiempo, a través de creativos productos radiofónicos que beneficien
a la población en su integridad. Asimismo, analizar las posibles consecuencias
que el impacto de las nuevas tecnología pueden causar en el avance o el
retroceso de dichos menajes.
REFERENCIAS
DE ANDA Y RAMOS, Francisco. La radio. El despertar del gigante.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD GREGORIANA. Seminario de producción radiofónica.
Enlaces de Interés:
http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/8652/Capitulo3.pdf
http://www.bocc.ubi.pt/pag/rodero-emma-radio-futuro.pdf
Enlaces de vídeos:
http://www.youtube.com/watch?v=YPJUNTVhMfU
http://www.youtube.com/watch?v=YwcZcMuZ8tc
REFERENCIAS
DE ANDA Y RAMOS, Francisco. La radio. El despertar del gigante.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD GREGORIANA. Seminario de producción radiofónica.
POR UNA DEMOCRATIZACIÓN DE LOS MEDIOS
RESUMEN
ENLACES DE INTERÉS:
http://www.derecho.unam.mx/web2/pop/culturajuridica/pdf/CJ3_Art_16.pdf
http://www.fcs.edu.uy/archivos/Mesa_16_Doccetti.pdf
ENLACES DE VÍDEOS:
http://www.youtube.com/watch?v=4kmijw_0V2k
http://www.youtube.com/watch?v=dyQUe79DoAI
Las nuevas tecnologías de la
información y comunicación en el mundo moderno han traído una nueva forma de
unificar los pueblos distantes. Lo fundamental es trabajar de manera
convergente para poder conseguir tal unificación. Para esto es preciso que
todos los comunicadores sociales empiecen a trabajar en beneficio de todos los
sectores sociales. No obstante que todos los medios se evidencian como
instrumentos de atribución social, de interés común para poder alcanzar una
real democratización en los medios.
PALABRAS CLAVES
Medios, comunicación,
democratización, socialización, tecnologías, sociedad.
Si bien al mundo moderno lo
vemos como a un nuevo espacio en el que se pueden converger e interrelacionar
múltiples culturas y diversas formas donde “todos podemos sentirnos parte de
todos”. Es necesario enfatizar que toda esta hilvanaciòn social e debe en toda
la medida a los instrumentos de comunicación. Pues son ellos que, a través de
las nuevas tecnologías, se han abierto al mundo para hacer conocer los sucesos
transcurridos.
Pero también es indispensable
reconocer que todas estas nuevas formas de tecnologías informáticas y de
comunicación obedecen a un cierto grupo que los maneja. Podríamos afirmar que
la historia de los medios no ha cambiado y sigue siendo la misma. La de pertenecer
a una elite, que son los que dirigen y estructuran el orden informativo
mundial.
La actual sociedad de la
información existe, pero existe en la medida que sus dueños quieren que
existan. Pues no existe medio de comunicación social, salvo algún impreso
diminuto y de circulación clandestina marginal- que objete al sistema. Entonces
he aquí el gran e histórico problema de la democratización de los medios,
porque se hala de libertad de expresión pero no se dice bajo qué parámetros o
reglamentos suelen funcionar. Ya que muchos reconocen que los medios hacen poco
por desarrollar un país y por mejorar la actuación de la sociedad. Y que la
denuncia es una estrategia insuficiente para este fin. Entonces, es desde este
punto en el que los presentes y futuros radialistas y comunicadores sociales
debemos empezar a trabajar en pro de una mejor sociedad informada y comunicada.
Claro que es un proceso muy
complejo y que requiere de mucha voluntad y convergencia, pero es posible
porque los nuevos inventos tecnológicos están propiciando un nuevo camino para
hacerlo realidad. Cabe mencionar que la tarea difícil es contra el sistema
imperante que ha jerarquizado el mundo y que decir qué ofrecer y dar de
consumir a los ciudadanos. Esto desde antes, y ahora con la irrupción del
Internet y la nueva ofensiva cultural norteamericana.
Y mucho más con la megafusión
entre las empresas American On Line (AOL), líder mundial de acceso a Internet;
y el conglomerado TIME- Warner-CNN-EMI, primer grupo de comunicaciones a escala
planetaria.
Sin embargo, la construcción
de un nuevo orden informativo radica en la esperanza de incluir y apropiar a
los diferentes sectores sociales que verdaderamente lo necesiten. Esto en la
medida de crear mecanismos que tanto gobiernos como sociedades urbanas y
rurales puedan unificarse y empezar a instaurar medios que sirvan de manera
primordial a una verdadera construcción de ciudadanía, entonces de esta manera podemos
empezar a trabajar en una forma conjunta y social. Debo remarcar que lo más importante
debería trabajarse en las zonas rurales, pues en gran cantidad de éstas los
instrumentos de comunicación aún son tradicionales y necesitan de manera
urgente modernizarse para enchufarse al mundo y poder participar de los
aconteceres sociales. No obstante vivimos la era de la información, entonces es
fundamental que aquellos sectores también sean partícipes.
Menciono aquí la pregunta y la
respuesta que pronunciaba Mattelart: ¿cómo devolverle el habla al pueblo? Pues
es preciso vincular la noticia con las iniciativas populares que van generándose
en el proceso, la gestión popular de una industria, de una unidad agrícola,
acercamientos concretos entre los distintos actores sociales del proceso de
cambio. He aquí unas expresiones para empezar a trabajar por una nueva reinvención
de sociedad.
Es urgente insistir en este
aspecto, si queremos empezar a cambiar el sistema al cual nos debemos. Las
democracias en todos los países hablan de libertades (expresión), pero
simplemente se trata de una libertad coaccionada, reprimida, seleccionada por
sus sueños y aceptada por sus oyentes. No hay otra alternativa.
Por mi parte, creo en la firme
convicción que en un futuro cercano, que la inclusión de las tecnologías de la
información y comunicación es posible. Pues a partir de aquí podemos crear
alternativa que repercutan en la participación de las zonas alejadas. Ya que
éstas por su naturaleza son nuevas, y tienen una forma histórica de
participación (recíproca, mancomunada).
Solo de esta manera puedo avizorar
una libertad de expresión que se encarne y evidencie en la posibilidad, par
cualquier persona, de acceder a los medios y llegar a través de ellos sin
privilegios especiales y sin costo limitantes a la atención de las mayorías.
Solo así estamos hablando de una verdadera democratización y socialización de
los medios. Pues esta socialización supone una atribución de los medios al
conjunto social para que se exprese adecuadamente. Envuelve la idea de una
ampliación de su alcance, pero no solo a partir de nuevas tecnologías sino,
fundamentalmente, modificando la unidireccionalidad de los mensajes y la
esencia de los contenidos. No obstante, decirle también a los dueños del
espectro como lo dijo el sudanés Alí Shum: “Ustedes tienen el 90 por ciento del
espectro electromagnético y el 10 por ciento de la población. Nosotros tenemos
el 90 por ciento de la población y el 10 por ciento del espectro. Queremos lo
que nos corresponde”. Así, estaremos comenzando a descentralizar los
instrumentos de comunicación que se encuentran en el regazo de unos cuantos hombres
plutócratas, oligárquicos, que direccionar el pensamiento y la reflexión de una
población aturdida, sin razonar que simplemente
obedecen a este mecanismo hegemónico.
Entonces, la sinergia que
puedan construir los comunicadores en los medios tradicionales y las nuevas
tecnologías de la información se basa en los resultados positivos de la mutua
unidad que ellos puedan hacer. Asimismo, en la manera e que ellos puedan verse
como instrumentos públicos, que tengan un compromiso social, que sirvan de participación
ciudadana y que empiecen a forjar una nueva visión de información plasmadas
bajo el efecto participativo de los más olvidados, de aquellos sin sintonía y
sin voz en el universo comunicacional.
Pero esto no es posible si no
lo empezamos a trabajar bajo la postura de un hombre radical, como afirma Paulo
Freyre; comprometidos con la liberación de los hombres. No sintiéndonos dueño
del tiempo ni de los hombres, ni liberador de los oprimidos. Si no,
comprometidos con ellos, en el tiempo, para luchar por la liberación de ambos.
SÍNTESIS CONCLUSIVA
Es hora de empezar a construir
un nuevo orden informativo, en el que se vislumbre una verdadera
democratización y socialización de los medios. Esto en pro de una nueva
concepción de sociedad que incluya a todos por igual.
REFERENCIAS
·
ALFARO MORENO, Rosa María. Derechos comunicativos para la afirmación ciudadana.
·
FRANCO, Carlos. El Perú de Velasco, Letra SRL, Lima, 1983.
·
MATTELART, Armand. La comunicación en el proceso de liberación. Siglo XXI, México,
1988.
·
FREYRE, Paulo. Pedagogía del oprimido. Edición incompleta. Santiago, 1969.
·
RAMONET, Ignacio. Las masas manipuladas. Revista “Docencia”, nº 22. Francia, 2007.
·
RUIZ CARO, Efraín. La tercera colonización. La voz, Lima, 1990.
sábado, 1 de septiembre de 2012
EL FLAUTISTA DE HAMELIN (VERSIÓN OPUESTA) Por Ángel Javier López Ventura
Hace mucho, muchísimo tiempo en la ciudad de Hamelin sucedió algo extraño: una mañana sin sol, cuando sus esforzados y trabajadores habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles de ratones que andaban por todas partes, devorando el grano de sus llenos graneros y despensas que habían recién cosechado. Nadie entendía la causa de la invasión, y no sabían tampoco qué hacer para acabar con todo ello.
No consiguieron nada a pesar de matarlos, ahuyentarlos. Parecía más bien que se multiplicaban, y daban la impresión de adueñarse de la ciudad que hasta los mismos gastos huyeron.
Ante de la terrible situación, el jefe del pueblo hizo una reunión con todos los pueblerinos para ir adonde el flautista mágico a pedir ayuda. Éste era un hombre flaco que, junto con su flauta, hacía cosas imposibles, extrañas. Vivía fuera de la ciudad, solo. Cuando el jefe y los pueblerinos le contaron la desgracia, él se comprometió a ayudarlos pero a cambio de algo. Decidió que toda la cosecha debía ser toda para él a cambio del favor. Los pueblerinos aceptaron a pesar de su malestar y angustia. Así fue como el flautista mágico entró a la ciudad, y de un toque de flauta tan triste y adormecedor hizo que todos los ratones invasores lo siguieran hasta la orilla de un río. Iban tan adormecidos hasta que el río los arrastró y desapareció a todos.
Esa noche los habitantes de Hamelin más alegremente comieron y cantaron.
La cosecha venidera fue mala y los esforzados habitantes apenas tenían que comer. Fue entonces cuando apareció el flautista mágico a pedir lo que le correspondía, a lo cual los habitantes se negaron a darle, puesto que apenas alcanzaba para comer con sus familias.
El flautista mágico enojóse mucho que amenazó al pueblo. Después de un hora llegó al centro del pueblo Hamelin y de un toque de flauta hizo que todos los niños le obedecieran al igual que los ratones. A pesar de las súplicas y los ruegos de todos sus padres para que sus hijos regresaran, ninguno hizo caso, siguiendo todos la música triste y adormecedora del flautista mágico, quien los llevó a no sé qué sitio sin que nunca sus padres pudieran encontrar.
EL FLAUTISTA DE HAMELÍN (VERSIÓN ALTERNATIVA) por Javier Enrique Sarmiento Benites
Hamelin era un pueblo donde la prosperidad se contraponía con singular nitidez con la pobreza. La riqueza de unos cuantos señores estaba concentrada en los grandes graneros, despensas y almacenes de que éstos disponían y que cuidaban con el mayor de los celos. El alcalde, como todos, era un hombre, consonante con la personalidad de los grandes hacendados y tenientes de riquezas; es decir, comía, bebía (en él la gula alcanzaba su pleno) y organizaba formidables fiestas con el dinero que recaudaba de los pobres pobladores que se crispaban de hambre y miseria en la periferia del pueblo.
Un joven flautista, de procedencia adinerada, había decidido apartarse de este modus vivendis por considerarlo pródigo, despilfarrador y mezquino. Sin llevar pertenencias de ninguna clase, se instaló cómodamente en una de las cuevas de un monte alejado, famosas por albergar centenares de ratones y, por lo mismo, temidas por toda la comarca, y empezó a establecerse dentro de un régimen riguroso y austero. Desde su cueva, ubicada en lo alto de una montaña escabrosa, donde, desde luego, había comenzado a convivir con los pequeños ratones y domesticarlos, descubriendo que no eran tan agresivos como se comentaba en todos los pueblos, observaba diariamente el desenvolvimiento rutinario del pueblo. Oteaba a la distancia cómo los ricos continuaban organizando fiestas y derrochando cantidades inconmensurables de dinero, y divisaba también como la zona de los pobres se infestaba cada día más de pobreza y miseria inimaginables.
Cierto día, luego de haberse dejado llevar por el sonido cadencioso de su flauta, que había aprendido a tocar a los diez años, el muchacho decidió que, si bien los viejos señores eran hombres corruptos e incorregibles, él no debía permitir que los niños siguieran esta mala crianza. Decidió, luego, darles una lección a sus antiguos vecinos. Preparó un plan en complicidad con sus ratones, el cual consistía en enviar a los ratones a la villa de Hamelin para simular que una horrenda peste de pequeños roedores se había apoderado del pueblo y colocado a los grandes señores en un estado de febril actividad y penosa lucha. Envió, entonces, a sus ratones a dicha misión bajo la orden de saquear y comerse todo lo que encontraran en los almacenes, despensas y graneros.
Entonces, aquel mismo día, los tranquilos hacendados de Hamelin vieron bajar desde la montaña lejana una masa compacta de ratones que corrían en dirección de la ciudad. El alcalde, alarmado, avisó a todo el pueblo. Para cuando todos estuvieron enterados de la hazaña de los ratones, ya era muy tarde: los diminutos ratones habían hecho presa fácil de la villa y comían todo el alimento que encontraban al paso. En un único día, la terrible plaga de pericotes habíase comido más de la mitad de las riquezas de la villa.
Angustiado, el viejo alcalde llamó a consejo a todos los pobladores –ricos y pobres– de Hamelin para comunicarles el estado crítico de la situación y determinar cuanto antes una rápida decisión que acabara con la peste maligna de ratones.
–Ofrezco que se le entreguen cien monedas de oro en dinero contante y sonante al hombre que elimine de raíz esta peste –dijo el alcalde, en tono solemne.
–De acuerdo –asintieron los lugareños–. Necesitamos una solución rápida y eficaz que frene toda esta ruina que se aproxima.
La noticia de las cien monedas de oro ofrecidas llegó, se ignora de qué manera, hasta los oídos del joven ermitaño. Satisfecho por el resultado de su plan, se propuso concretar la segunda parte del mismo. Bajó al pueblo solo con su flauta y se presentó en el edificio de la antigua alcaldía, ante el asombro de los pobladores, quienes nunca habían visto a tan extravagante personaje visitando las “modestas” comarcas de Hamelin.
–Tengo un plan para salvar al próspero pueblo de Hamelin –dijo el joven flautista. Se sentía muy contento al comprobar que nadie de sus antiguos vecinos ricos lo había reconocido. Habían pasado muchos años y el tiempo había hecho su trabajo en el joven, escondiéndolo de las astutas miradas de las autoridades del pueblo–.
Pero deme su palabra de honor de que me dará las cien monedas de oro ofrecidas.
El alcalde lo escrutó con sus diminutos ojos y esbozó una sonrisa desagradable. “Este muchacho tiene el aspecto de un joven iletrado y, por tanto, estúpido. Será fácil engañarlo”, reflexionó. Inmediatamente, respondió, con tono irónico:
–Tenga la seguridad de que cumpliré mi promesa. Haga lo acordado y cumpla su parte del trato, que yo haré lo respectivo con la mía.
El joven flautista se rió para sus adentros, una vez más satisfecho de la eficacia de su inteligente plan. Conocía al alcalde desde que habitaba en convivencia con los ricos y sabía de las múltiples violaciones a su palabra, y conocía asimismo de la ambiciosa posición de alcalde que procuraba mantener con tratos subrepticios y corruptos su estatus social.
Salió el joven al pueblo y se plantó en medio de la hermosa plaza, cuyos arbustos, a esa hora, en el remanso de la tarde plácida, se agitaban acompasados por el murmullo suave del viento. Tomó su quena y empezó a soltar unas notas dulces y melancólicas al aire. Hombres, mujeres, niños y ancianos, al oír tan triste y hermosa melodía, no hicieron sino olvidar sus penurias y angustias de los últimos días y dejarse penetrar por tan elegante manera de tocar la flauta.
A poco, los ratones comenzaron a arribar a la plaza, seducidos por el triste llanto de la flauta. Entretanto, el flautista continuaba maniobrando sin cesar y con delicadeza y experiencia su humilde flauta fabricada con la tosca madera de un sauce y pulida por sus propias manos. Cuando absolutamente todos los ratones que habían sido el desconcierto y la inquietud de todo el pueblo hubieron llegado a la plaza, el joven flautista se echó a andar, siempre tocando la flauta, en dirección de la colina de donde había descendido, con los ratones desfilando tras él, extrañamente sugestionados.
Los señores ricos de Hamelin, al ver a la distancia que el joven flautista se perdía tras las lomas verdes, se alborotaron de felicidad y organizaron una fiesta para celebrar la partida de los ratones de su pueblo. La tranquilidad volvió al pueblo de Hamelin, con su acostumbrada escisión entre ricos y miserables.
Días después, el joven flautista volvió a presentarse ante el viejo edificio para reclamar las cien monedas de oro acordadas:
–Fuera de mi vista –repuso el alcalde, atusándose el repugnante bigote que lucía sobre los labios gruesos. –. Nos gastamos el dinero destinado a usted en preparar la fiesta de celebración aquel día.
El joven flautista sabía, por supuesto, que era mentira lo que el viejo alcalde decía. Resolvió no insistir más y, volviendo sobre sus pasos, se marchó sin decir más.
Pero el joven estaba absolutamente satisfecho con los éxitos del plan. Sin embargo, faltaba algo más para que todo lo planeado hubiera madurado en su máxima expresión.
Dos días después retornó al pueblo con su flauta y se plantó, como en la ocasión anterior, en medio de la plaza de Hamelin a tocar su flauta. Los pobladores supusieron descabellada su actitud y principiaron a murmurar entre ellos que estaba demente. Sin embargo, el estupor se adueñó de ellos al observar, con una expresión de profundo desconcierto en sus rostros, que todos los niños de la linda comarca de Hamelin acudían al triste sonido de la flauta, con las miradas extraviadas y a paso lento, como en procesión. Los habitantes, en conciencia unánime, comprendieron: el flautista estaba cobrando su ayuda de manera perversa, llevándose a los niños de igual manera que atrajo a los ratones.
El flautista sin despedirse, siempre tocando la flauta, se llevó a los pequeños, al igual que a los roedores, cuesta arriba, donde se ubicaba su cueva.
En el pueblo de Hamelin, desde entonces, hasta hoy, se oyen llantos de mujeres durante la noche, reclamando a sus hijos, gimiendo, y maldiciendo al joven flautista, quien, entretanto, se regocijaba de haber salvado a los niños de la mala crianza de los hacendados mezquinos y frívolos, y haber ubicado a todos los pequeños en sendas cuevas junto a una flauta que el mismo joven había fabricado a montones. Desde entonces, el llanto de las mujeres soberbias de Hamelin se confunde con el suave y agudo silbido de cada flauta.
EL FLAUTISTA DE HAMELÍN (VERSIÓN OFICIAL)
Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín, sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y satisfechos habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas despensas.
Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y lo que era aún peor, nadie sabía qué hacer para acabar con tan inquietante plaga.
Por más que pretendían exterminarlos o, al menos, ahuyentarlos, tal parecía que cada vez acudían más y más ratones a la ciudad. Tal era la cantidad de ratones que, día tras día, se enseñoreaba de las calles y de las casas, que hasta los mismos gatos huían asustados.
Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la ciudad, que veían peligrar sus riquezas por la voracidad de los ratones, convocaron al Consejo y dijeron: "Daremos cien monedas de oro a quien nos libre de los ratones".
Al poco se presentó ante ellos un flautista taciturno, alto y desgarbado, a quien nadie había visto antes, y les dijo: "La recompensa será mía. Esta noche no quedará ni un sólo ratón en Hamelín".
Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a los ratones, quienes saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos del flautista que tocaba incansable su flauta.
Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad.
Por aquel lugar pasaba un caudaloso río donde, al intentar cruzarlo para seguir al flautista, todos los ratones perecieron ahogados.
Los hamelineses, al verse al fin libres de las voraces tropas de ratones, respiraron aliviados. Ya tranquilos y satisfechos, volvieron a sus prósperos negocios, y tan contentos estaban que organizaron una gran fiesta para celebrar el feliz desenlace, comiendo excelentes viandas y bailando hasta muy entrada la noche.
A la mañana siguiente, el flautista se presentó ante el Consejo y reclamó a los prohombres de la ciudad las cien monedas de oro prometidas como recompensa. Pero éstos, liberados ya de su problema y cegados por su avaricia, le contestaron: "¡Vete de nuestra ciudad!, ¿o acaso crees que te pagaremos tanto oro por tan poca cosa como tocar la flauta?".
Y dicho esto, los orondos prohombres del Consejo de Hamelín le volvieron la espalda profiriendo grandes carcajadas.
Furioso por la avaricia y la ingratitud de los hamelineses, el flautista, al igual que hiciera el día anterior, tocó una dulcísima melodía una y otra vez, insistentemente.
Pero esta vez no eran los ratones quienes le seguían, sino los niños de la ciudad quienes, arrebatados por aquel sonido maravilloso, iban tras los pasos del extraño músico.
Cogidos de la mano y sonrientes, formaban una gran hilera, sorda a los ruegos y gritos de sus padres que en vano, entre sollozos de desesperación, intentaban impedir que siguieran al flautista.
Nada lograron y el flautista se los llevó lejos, muy lejos, tan lejos que nadie supo adónde, y los niños, al igual que los ratones, nunca jamás volvieron.
En la ciudad sólo quedaron sus opulentos habitantes y sus bien repletos graneros y bien provistas despensas, protegidas por sus sólidas murallas y un inmenso manto de silencio y tristeza.
Y esto fue lo que sucedió hace muchos, muchos años, en esta desierta y vacía ciudad de Hamelín, donde, por más que busquéis, nunca encontraréis ni un ratón ni un niño.
domingo, 15 de julio de 2012
LA FUNCIÓN DE LOS MEDIOS
RESUMEN
Los medios han originado desde su aparición una deslumbrante función en la sociedad. Pues son los vehículos que han traspasado fronteras llevando consigo la comunicación a todo lado. A través de ellos se ha logrado la democratización del conocimiento y de los avances tecnológicos. Desde el periódico hasta la televisión, los medios han sido instrumentos que han facilitado la vida del hombre.
PALABRAS CLAVES
Comunicación, desarrollo, globalización, medios, convivencia, responsabilidad.
A lo largo de la historia, desde que el hombre apareció ha tenido distintas formas de comunicarse.
Las palabras fueron fundamentales. Pero las civilizaciones se desarrollan con la escritura, y es el tránsito de la comunicación oral a la palabra escrita lo que desarrolla una civilización (Havelock).
Pero hasta la invención de la imprenta, la cultura de toda sociedad se fundamenta principalmente en la transmisión oral. Hasta que los textos escritos son reproducidos a manos por amanuenses, no se podrá hablar aun del hombre que lee.
Así empieza de forma mágica a contribuirse a la democratización del conocimiento. Luego de esto, la nueva ola de inventos mediáticos que surgiría va a marcar un formidable ciclo de avances tecnológicos. Primero con el telégrafo que fue seguido por el teléfono abrían un espacio jamás pensado por el hombre. Reduciendo así los límites, las distancias que otrora eran inalcanzables para la comunicación entre los individuos.
La nueva ola seguiría. No obstante, con una mejor perfección de los inventos nuevos. De esta manera es como hace su aparición la radio: la seductora, el gigante despertar, la rápida e inmediata. Fue algo extraordinario pues se eliminaban las distancias y se convertía asi en el instrumento de valoración que tanto tiempo los humanos necesitaban para una comunicación global en la que los pueblos y sus gentes pudieron unirse para satisfacer o generar sus objetivos.
Luego de esto haría su aparición el instrumento que generaría una preocupación desbordante: la radio. La televisión venia cargada de una nueva característica que la hacia única: la imagen. Impensable era por los individuos que cada noche sentábanse en casa de forma familiar a escuchar las radionovelas o los diversos programas de escucha a tener que reemplazar esto por algo en el que te mostraba al personaje llorando o hablando. Era la imagen la que podía esto. El invento nuevo, el televisor, algo que revolucionó la comunicación. Así pasa a convertirse en un medio de vital importancia para la sociedad.
Lo fundamental de todos estos medios es que no han logrado desaparecer, sino que conviven por el mismo hecho de ser complementarios entre ellos mismos. Hablamos así de un reacomodo por parte de cada uno. Pues como bien sabemos, la radio no eliminó al periódico, ni hasta al momento la radio ha logrado desaparecer a la radio. Se trata de supersticiones o falacias por la manera como se tratan en el sentido de una competitividad activa. Hoy en día, se habla de que la televisión ha desplazado a la radio, lo cual no es creíble. Se trataría quizás por la forma facilista como es que las sociedades desarrollan su pensamiento reduciendo a la estrechez de la imagen y a la inoperancia que muestra en sus contenidos. No se trata de qué medio gana más gente, sino qué es lo que la gente hace con los medios. Mediante el periódico, el individuo leía y reflexionaba acerca de lo escrito. A través de la radio, puede usar la palabra y pronunciarse con lo que no está de acuerdo, convirtiendo se así en parte importante de lo que se habla. Es más, está también la virtud excelsa de la imaginación.
Pero con la televisión no sucede lo mismo. Antes de ella, los acontecimientos del mundo se nos relataban (por escrito), actualmente con ellas se nos muestran y el relato (su explicación) está prácticamente solo en función de las imágenes que aparecen en las pantallas. De esta manera, la televisión no es solo un instrumento de la televisión, es también a la vez paideia, un instrumento antropogenético, un médium que genera un nuevo anthropos, un nuevo tipo de ser humano.
Más allá de todo esto, su función principal de los medios está en el ambiente de toda sociedad. Son los llamados a ejercer la importancia vasta, ya que es a través de ellos que se escucha lo que pocos no quieren que se escuche. Se convierte en los mártires de la verdad, en la autenticidad reclamada por todos. Aunque hoy en día no siempre es así, pero se ha hecho así. Son los medios tan relevantes en la sociedad de hoy que han pasado , como se dice, del cuarto poder a ejercer el segundo poder. Si bien es cierto, nuestra sociedad vive una crisis cultural por la forma como es que han cambiado los individuos. Pero esto poco recae en los medios. Más allá de los efectos del bien y del mal (Vílchez), los medios ejercen una influencia variada con las audiencias que atañe a distintos niveles: afectivos, racionales, axiológicos, psicomotrices, informativos, actitudinales. A la vez, los medios influyen en diferentes ámbitos: el de la realidad, el de la fantasía, el del placer, el de la responsabilidad, el del hacer y el del pensar.
Para entender lo que la sociedad se redice en los medios de comunicación, pues no hay que estudiar tanto los medios en sí mismos. Hay que estudiar además la historia, el contexto social, político-económico, y entonces, solo entonces, entenderemos a los medios.
SÍNTESIS CONCLUSIVA
Los medios de comunicación ejercen desde sus inicios una función muy importante en la sociedad. Más allá de los usos en que el hombre los ha convertido para bien o para mal, siempre están para informar de lo que sucede en cualquier parte del mundo, logrando así una convivencia mundial en la que las barreras y fronteras son inexistentes.
REFERENCIAS
- DE ANDA Y RAMOS, Francisco, La radio. El despertar el gigante. 2° edición, junio de 2003.
- OROZCO, Guillermo, Medios, audiencias y mediaciones. México, 1997.
- SARTORI, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. México, 1999.
Enlace de interés:
http://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para%20descargar/Desgrabacin-ROLSOCIALDELOSMEDIOS.doc.pdf
http://recursostic.javeriana.edu.co/cyl/syp/components/com_booklibrary/ebooks/5716.pdf
http://www.pnud.org.co/img_upload/9056f18133669868e1cc381983d50faa/Elpapeldelosmedios.pdf
Enlaces con vídeos:
- http://www.youtube.com/watch?v=6b-lZtwJIH0&feature=plcp
- http://www.youtube.com/watch?v=3ikzlUhzeQ0&feature=plcp
LA AUDICIÓN EN LA RADIO
RESUMEN
La radio es un medio que, muy aparte de brindar información y de lograr la buena articulación entre el hombre y la sociedad, tiene elementos muy importantes que contribuyen a despertar el imaginario del individuo.
PALABRAS CLAVES
Imaginación, audición, pensamiento, personalidad, radialista, sonoridad.
Así como la camiseta es una prolongación de la piel y, por lo tanto, es una prolongación del sentido del tacto, la rueda es una prolongación del pie. Y la radio es una prolongación sin límites del sentido del oído y de la voz, decía McLuhan.
En gran medida, nos atrevemos a decir que la radio es uno de los instrumentos que más performance y creatividad genera en los seres humanos. No se trata de igualar a la televisión que produce imágenes volátiles que escapan a la imaginación del vidente. O al periódico que, de alguna manera, te informan en palabras estáticas. No: la radio ha logrado tener un espacio importante desde su aparición hasta hoy. Ello porque engendra formas diversas de ensanchar el ideal, el pensamiento de quien escucha.
Pero lo más importante es cómo llegar a ser bien sintonizado. He aquí algo interesante. Pues como bien sabemos, la mejor manera para saber recordar lo que pasó es a través del oído. Es el sentido de la audición que nos hace vibrar, sentir, imaginar. Al principio de todo, fue una lástima que en el mundo todo transcurriera en total silencio. Ningún recuerdo se tiene. Pero conforme fuimos desarrollando adquirimos esa capacidad extraordinaria de escuchar. Lo que hace único al homo sapiens es su capacidad simbólica. Y la capacidad simbólica de los seres humanos se despliega en el lenguaje, en la capacidad mediante sonidos y signos significantes provistos de significación. El hombre reflexiona sobre lo que dice. El lenguaje no es solo un instrumento de comunicar, sino también de pensar. Lo que se escucha por radio, se puede ver en la imaginación. Claro que sí, las cosas no visibles se pueden visualizar y este poder solo atañe al oído. Imaginemos un televisor a todo volumen. Bajemos al volumen y tratemos de entender lo que dice. Las escenas, los actos pueden ser fantásticos pero nos desesperaría por saber qué habla o qué dice. Ahora volteemos el televisor de manera que no se pueda ver la imagen. Evidentemente que no necesitaríamos de él para saber de quién habla o en qué lugar se desarrollan las escenas, pues a través del pensar y reflexionar, el hombre puede crear. A través del oído, se reconstruye e inventa.
Entonces el radialista necesita de un arduo trabajo para poder hacer que sus oyentes puedan ver a través del oído. El trabajo del radialista, a decir verdad, es exigente pero a la vez feliz. Pues de él depende obtener la mayoría de radioescuchas para que se sientan satisfechos con su locución.
Un radioescucha prende su radio para escuchar algo apropiado, dinámico que se mezcle con su particular forma de ser. Muchos necesitan descargar quizás la rutina de su trabajo, de sus angustias y una voz, pues, agonizante, triste, de inmediato será reemplazado por otra alegre que despierte y levante el ánimo.
En el nuevo siglo, la radio ha entrado en una nueva etapa. Una etapa enmarcada de vaivenes, donde algunos han tomado posturas nefastas. Ya no se trata de despertar la reflexión ni la criticidad de sus oyentes sino que ahora quieren hacer pensar de acuerdo a lo que los locutores o periodistas quieren.
Pues como bien sabemos, la mosca se introdujo en la leche desde los inicios. Y me refiero a la política como sinónimo de suciedad. Hoy en día y desde siempre, los medios han estado a expensas de lo más insano, de lo que pudiera mancharlos, de lo que pudiera tergiversar su verdadero rol en la sociedad, la de informar verdaderamente.
Actualmente vemos que si alguien necesita ser protagonista, simplemente no dudará en correr a un medio y adquirir el poder o el reconocimiento de la mayoría. Pues así vive nuestra sociedad.
Lo más trascendental que toco en este texto es la forma y los aspectos extraordinarios surgidos de la radio como instrumento de desbordante imaginación. Pues en ella se vislumbraba y se vislumbra a un ser que tenga sentido de necesidad consecutiva. Que haga existir en su idea propia lo inexistente, Que explore y explote lo más profundo de su entrañable racionalidad. Así nos sería fácil de extrañar si no admirarse por los monstruos gigantes marinos que existían en el mar, o los remolinos hirvientes de agua en el centro del océano hasta después que Colón descubriera América. Esa es la radio: intuición, creatividad, pero más que todo, imaginación. Es, pues, eso que también afirmaba McLuhan: un medio eminentemente visual.
Quizás del radialista se ha hablado poco. Pero hay que expresar que su función es primordial. Porque a través de él, es que los escuchas deseen o no cambiar de emisora. Un radialista tiene que presentir o conocer que lo que habla no simplemente ilustre. Sino que la audiencia tiene que formar parte de esa convivencia binomial radialista-radioescucha.
El hablar en radio, entonces, forma parte de entregarle a la gente lo que a ella le guste y sea participativa. Incluye ahí los aspectos sonoros y los efectos. Estos contribuyen también a despertar lo dormido y lo guardado en lo más recóndito de los sentimientos. Pues los textos sonoros tienen que suscitar estímulos tan variados como los que James Joyce procuraba transmitirle a sus lectores en algún pasaje de Ulises como éste: “Leopoldo Bloom comía con deleite los órganos interiores de bestias y aves. Le gustaba la sopa espesa de menudillos, las mollejas de sabor a nuez, el corazón relleno, asado, tajado de hígado, rebozado con migajas de corteza, huevos de bacalao fri
to. Sobre todo le gustaban los riñones de cordero a la parilla que daban a su paladar un sutil olor de orina levemente olorosa”.
SÍNTESIS CONCLUSIVA
De esta manera, la radio, como instrumento de creatividad e imaginación en todos sus oyentes, logra de manera formidable construir y establecer mecanismo de relación con las audiencias. Son estos a través del sentido auditivo lo que van a evaluar y determinar a lo que los escuchas les parezca. Pero agregando a esto, también un cariz importante son las sonoridades y efectos que envuelven los mensajes para poder cautivas públicos y convertirlos en públicos fidelísimos.
REFERENCIAS
- HISTORIA DEL PERÚ Y DEL MUNDO. Ediciones Bruño. 1987.
- MCLUHAN, Marshall. El medio es el mensaje. 1967.
- SARTORI, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. México, 1999
Enlaces de Interés:
http://es.scribd.com/doc/14149453/Mariano-Cebrian-HerrerosLa-radio-en-Internet
http://emisoras-en-la-red.buscamix.com/content/view/43/118/
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n49/bienal/Mesa3/M%F3nicaL%F3pez.pdf
Enlaces con vídeos:
- http://www.youtube.com/watch?v=bC4f0CwPq9I&feature=plcp
- http://www.youtube.com/watch?v=oAlcYCiKM0Q&feature=plcp
EMISOR Y RECEPTOR: LA ETERNA CONVIVENCIA
RESUMEN
La comunicación es un proceso a través del cual es indispensable que haya una relación permanente entre el emisor y el receptor. Ello para evitar una posible interferencia llamada ruido, que imposibilita dicha comunicación. El radialista cumple un rol importante por el cual el radioescucha se sienta parte importante de esta convivencia comunicacional.
PALABRAS CLAVES
Comunicación, interferencia, emisor, receptor, sonoridad, lenguaje radiofónico, comprensión.
Durante el proceso de la comunicación, como bien sabemos, en indispensable contar con dos o más personas que puedan interactuar para que haya comunicación; hablamos de un receptor y un emisor.
Este proceso, muchas veces, está expuesto a deteriorar o tergiversar la comunicación, todo por alguna pequeña interferencia llamada ruido que puede ser producido por el mismo emisor, quizás por la falla de comprensión con el receptor o también por los aspectos técnicos que hay en una radio o por las formas culturales en que se manifiesta. En esto último digamos que suele darse por los diferentes modos de hablar o pronunciarse. El recetor puede hablar palabras rebuscadas, ¿de qué me serviría si un escucha no lo entiende? Simplemente apaga y prende la radio. Es un problema que es necesario corregir.
Ahora es indispensable que también el radialista sepa lo que a su público le gustaría oír. Caeríamos en falsa y se pretende lanzar un programa al aire sin haber hecho antes una encuesta de preferencias para ver si nuestro programa puede salir. Pues esto es fundamental ya que permite conocer los gustos de la gente para, de esta manera, en un futuro tener vigencia y no desaparecer.
En el quehacer radial se mezclan tres elementos: la voz, el sonido y los efectos. La voz o la palabra es la que, de alguna manera, brinda el mensaje y le da un cierto sentido. Cicerón, Demóstenes, les basta expresarse en público para asombrar y conmover. Tanto era su influencia que hasta hoy persiste en nuestra época. Pues no siempre las palabras vuelan y los escritos quedan.
Los efectos también causan vibraciones, emociones. Pero el sonido radiofónico ofrece la iconocidad acústica del mundo, despierta la evocación y aún el reconocimiento de la realidad. Conjugadas las tres, podría decir que son un complemento en la que la voz ejerce la supremacía. Así hablamos, pues, de un lenguaje radiofónico concatenado, provocado a la necesidad elemental del oído.Pues como bien sabemos, éste es el que juzgade las carencias y de los abusos de la alianza tripartita.
Los efectos del sonido son quizá la mejor manera de trabajar en una radio.Grabarla de manera natural representa una finura que hacen formidable en cualquier trabajo que se pretenda hacer. Esto nos permite ver y reflexionar, pues, que las cosas no se han formado por causas simples, banales. Sino que dentro del mundo existe una relación universal que está presente en todos lados, que son complementos que se encajan. Pero al ojo humano parecen dispersas.
Uno de los aspectos importantes en un radialista es la forma de hablar. Hablar no significa tomar un micrófono y decir lo que a él le guste. Lo que hoy en día podemos evidenciar. La voz del radialista tiende a ser valorada o denigrada.La persona que pretenda buscar cambios a través de sus programas,tiene que hacerlo con las formas adecuadas que posibiliten un entendimiento por parte de quien lo escucha. Entonces es necesario hablarle con palabras sencillas que ellos puedan entender, pero no abordando lo grosero, lo vulgar. Porque aquello se convertiría en algo nocivo que infecta el ambiente radiofónico.
El lenguaje radiofónico necesita de una preocupación binomial emisor-receptor que se gusten, que se sientan atraídos, que uno sepa que está hablando porque el otro lo está entendiendo, y el que el otro escucha porque sabe que quien le habla de acuerdo a su entendimiento.
Hay que también expresar que el oyente no necesita de algo extenso para poder comprender un mensaje. Los párrafos o los textos largos no son los adecuados para hablar en una radio. Porque de alguna manera aburriría, cansaría. Es necesario trabajarlos para entregarle o hablarlos de manera sucinta. Aquí, la creatividad y la intuición de los radialistas para hacerlo accesible y facilista, y de cualquier forma obtener la fidelidad de sus escuchas.
Hay que aclarar que el mensaje no es para todos. Yo no puedo hacer una publicidad uniforme tanto para un país como otro. Es imperdonable por el simple hecho que tienen diferentes músicas, diferentes costumbres, diferentes formas de vivir. Cachar en España es algo común, del vulgo popular. En el Perú, es una grosería. Entonces, hablamos de expresiones que tienen diferentes perspectivas, diferentes formas de entender. Existe aquí la idiosincrasia, la naturaleza propia de cada espacio, de cada geografía a la que hay que tratar de forma diferente.
Más allá de todo esto, el lenguaje radiofónico implica tener una dinámica que relacione los factores que vana ejerceruna predominancia en su público. La voz, el sonido y los efectos son la mejor manera de ayudarse para cautivar a los oyentes. Es imprescindible para trabajar desde lo más simple hasta lo más abultado.
El lenguaje de la radio debe ser alimentado por el lenguaje del radialista. Que construya puentes de simpatía, de carisma, de diversión. Que haga reír a su público, que no se sienta ensimismado.
Pues si no su público lo cambiaría .Que emocione, que vislumbre .que este atado a los diversos carices de lo que requiere la ciudadanía. En suma que despierte la pasión de las almas más profundas. Que estremezca lo más recóndito de los pensamientos.
SÍNTESIS CONCLUSIVA
El lenguaje radiofónico provoca una mayor opción de trabajo en la radio, porque permite expresar a través de la voz, el sonido y los efectos una particularidad clave que ayuda de mil maneras al radialista. Este y aquello se conjugan para lograr de una manera impactar y causar emoción en los oyentes. Es así que es imprescindible contar con todos los elementos que nos permitan trabajar en bien de una mejor radio y una mejor sintonía.
REFERENCIAS
- GONZÁLEZ PRADA, Manuel. Horas de lucha.Ediciones Santiago, 2004.
- HAYE, Ricardo. El arte radiofónico. Ediciones La Crujía. Mayo, 2004.
Enlaces de Interés:
http://radioleituras.files.wordpress.com/2011/08/2-haye_esp.pdf
http://www.unibague.edu.co/sitios/com_social/index.php?option=com_content&view=article&id=41:periodismo-radial&catid=7:semestre-vii&Itemid=18
http://www.unrc.edu.ar/insti/05/comu/temasyproblemas/pdf/temasyproblemas_10.pdf
Enlaces con vídeos:
- http://www.youtube.com/watch?v=O1S_sm2TP58&feature=plcp
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