domingo, 11 de noviembre de 2012

FUNDAMENTOS DEL PERIODISMO Y SU RELACIÓN CON LOS GÉNEROS RADIOFÓNICOS


RESUMEN
La radio y sus respectivos géneros son una forma indiscutible de trabajo concertado en el campo laboral radiofónico. Si bien, pues, los géneros han sido un determinante para poder conceptualizarlo como tal, ella juega un rol que no se está cumpliendo. Para eso, es, pues, indispensable que tanto periodistas como audiencia empiecen a uniformizar para buscar un mejor horizonte mediático. El periodista en cuanto a su función tiene que ser de compromiso y responsabilidad. Otro aspecto relacionado a él juega la voz que es determinante para estimular sentimientos y reciprocidad de quien esté atento a su expresión.

PALABRAS CLAVE
Géneros radiofónicos, radio, periodistas, audiencia, nuevo orden informativo, participación ciudadana, voz.

EL PAPEL DE FISCALIZADOR
La radio como instrumento mediático se inventó para poder ejercer funciones fundamentales: hacer que los problemas sociales sean comprendidos en soluciones a costa de su participación, fiscalizar a la autoridad a fin de que no se convierta en una suerte de autoritarismo o atente en desmedro de los bienes públicos por parte de sus actores.

Hoy en día y desde siempre es un trabajo duro para cualquier medio cumplir con estas funciones elementales. Pues la gran concentración de medios que existe en el mundo lo imposibilita. Uno de los principios que tiene y debe cumplir cualquier medio es, pues, mantenerse alejado de los poderes; tanto económico como político. Esto para no crear, según Augusto Álvarez Rodrich, una suerte de vinculación entre la prensa y la autoridad. Pues ellas deben siempre mantenerse distanciadas para que pueda fiscalizar a ésta. Pero, no cabe duda que en nuestro tiempo sean poquísimos los diarios, radios, canales de televisión, etcétera, que ejercen una total independencia. La gran mayoría ha pasado más bien a la defensiva de las clases dominantes. Han modificado su alianza que no es noticia en la actual sociedad. Su error primordial que era estar con el pueblo determinantemente ha desaparecido. Ahora son servidores de un sistema que cada vez más alarga la brecha de desigualdad en el mundo. No es, pues, por eso, que críticos como Ignacio Ramonet ya han estructurado a la sociedad en base a tres poderes: económico, mediático y político. Es más, consideran que el mediático es un subproducto del económico porque es quien lo mantiene. Entonces, vemos con muchas tristeza que esto se esté dando hoy con la mera conformidad de las mayorías. Y es que ya quizá no tengamos voz ni voto porque simplemente los que guían el rumbo de la sociedad se han empecinado en hacerlo así.

Vivimos un adormecimiento total, una dominación de nuestras conciencias que hasta hoy es imposible revertir. Su domesticación ha llevado, pues, a hacer unos actores pasivos, a no decir nada frente a las inyecciones mediáticas (publicidad y propaganda), que los llevan a la estupidización e ignorancia. Estamos viviendo una verdadera guerra del opio destinada al adormecimiento de las sociedades y sus individuos, según Efraín Ruiz Caro. Pero aún persiste, si podemos verlo con una lupa, medios que intenten otro rumbo de funcionamiento, ese rumbo al cual se les asignó en su nacimiento: el de estar con los movimiento sociales, los sindicatos, los que no tenían voz ni voto, etcétera. Aún persiste en su intento de poder establecer su verdadero rol. No es en vano, pues, que haya medios que se imponen por su pueblo. Que tengan que enfrentar cualquier obstáculo a fin de cumplir su rol.

Sin embargo, esto va más allá. Va en sentido de recuperar el terreno perdido y a la misma vez regar nuevos gérmenes en pro de un nuevo periodismo. Si bien, pues queremos un periodismo donde no impere la voz de quien paga más, sino de quienes son, a fin de cuentas, los que pagan. Es hora de reestructurar y reformar los cánones de las leyes comunicacionales, porque no es posible que un país como el nuestro simplemente sean unas seis familias que manejen el imperio de la comunicación. Creo y soy un firme convencido que es necesario empezar a trabajar de forma alternativa hasta poder ir dando una señal de verdadero funcionamiento.

Sin embargo, hacer esto realidad parte de la premisa de convertir al periodismo en un ente totalmente independiente, donde se le vincule a su rol gestor de propuestas, soluciones e intermediario en la sociedad. Mas no de alianzas vituperables como las que hoy existen. Somos partidarios de una convicción firme de creer en un nuevo orden informativo, pero esto solo va a empezar a causa de que la sociedad civil y los periodistas asuman posturas de vinculación donde ella evalúe el trabajo de aquellos. Como afirma Ignacio Ramonet, sean una suerte de quinto poder que lo fiscalice, que tenga un empoderamiento a fin de ofrecer criticidad. En otro sentido, es fundamental también que el periodista profesional asimile su verdadera función al servicio de quienes lo necesitan mas no de quienes le pagan y, de esta manera, el periodista sea un vector determinante para contribuir al desarrollo y el bien social.

LA PARTICIPACIÓN CIUDADAN EN LOS MEDIOS
Se ha hablado mucho acerca de la dominación que ejercen los dueños de los medios sobre el pueblo, que es la mayoría. Se ha dicho que son los que estructuran el orden informativo y los que deciden qué publicar o no. Pero, en pleno siglo XXI esto de alguna manera está volviéndose regresivo. Ya no están asumiéndose un rol muy importante los periodistas, esto como consecuencia de las nuevas tecnologías que han ido revolucionando el mundo de una forma grandiosa. Uno de ellos es el internet quien se ha convertido, según John Murelaga, en el mayor competidor en estos momentos de las agencias de noticias. Es la actualidad en un segundo, es el gran hermano de la noticia mundial. Los profesionales de la radio lo saben y lo comienzan a utilizar como medio de información que ofrece un sinfín de posibilidades de actuación. Desde luego que esto es fundamental, pero es aún más fundamental en la gran capacidad que tiene para todos los públicos. Pues a partir de esto es que empieza a surgir un nuevo mecanismo de participación, es a través, como la podemos ver en las redes sociales una especie de medio abierto al mundo. Ya no es imposible, entonces, seguir siendo los oyentes pasivos que siempre nos han dado los medios tradicionales. Desde esta tribuna podemos opinar, criticar y discutir. Sin embargo, los que quizás aún no entienden y siguen pensando que somos unos simples asimiladores de información sin crítica son los que siempre han estructurado el orden informativo. Quizás no se han dado cuenta que vivimos una cultura mediática en todos sus niveles.
Sin embargo, es indispensable que el trabajo del periodista en cualquier medio empiece a formar parte de la ciudadanía que siempre la ha reclamado. Pues el papel de oyentes pasivos ha pasado a reflejarse en sujetos activos. La participación ciudadana, en este sentido, entonces, tiende a obligar a los diaristas a asumir una función de compromiso, responsabilidad y participación con sus audiencias. Si bien hoy en día gracias a las tecnologías se puede vislumbrar un horizonte donde las personas podamos ser partícipes de la información que se publica, es tiempo de que junto con los profesionales se empiece a trabajar en razón de una mejor propuesta comunicativa donde incluya a sus lectores y oyentes para, de esta manera, crear una convivencia que sirva de mejoramiento al orden comunicativo.

Se trata entonces de volver la mirada hacia la ciudadanía, como afirma Rosa María Alfaro, potenciando su empoderamiento como públicos que exijan cambios en los medios y así avanzar aún más al respecto. La educación ciudadana en derechos comunicativos se hace cada vez más necesaria desde la escuela, el barrio, las organizaciones, la universidad y los medios, pues es a partir de aquí que se debe empezar a formar y a la vez fortalecer el derecho a la comunicación e información como fuente de verdadero bien social.

No obstante, una parte de rol promotor que juega la ciudadanía, también se incluye la labor del periodista y la función del medio. Uniformizados estos tres elementos, es, pues, fundamental para avizorar un nuevo orden social. La función del medio de comunicación debe, entonces, como dice Armand Mattelart, convertirse en un organizador, un agente de movilización, y, a la vez, un agente de identificación, junto a este medio el periodista debe también promover y estructurar una forma de emitir sus mensajes pensando en su público. Es, pues, el público que ahora ya tienen una fuerza de repercusión y criticidad respecto de su manera de trabajar. O en todo caso el periodista debe concretar una acción de acuerdo a la segmentación de sus audiencias. Pues el trabajo jerarquizado en tono social requiere de esto para un mejor entendimiento de su información. Pues el pueblo, la audiencia, en tanto protagonista implica, sobretodo que las clases trabajadores elaboren sus propias noticias y las discutan. Eso significa que pueda ser el emisor directo de sus propias noticias, de su comunicación.

Así entonces la vinculación entre el derecho y la comunicación debe darse para empezar a instaurar nuevas funciones que busquen la integridad y la participación de todos, pues conocer los medios por dentro es un gran aprendizaje para plantear la reubicación democrática del periodismo y conocer también las audiencias es primordial para desde aquí entablar una gran estructura que se vea reflejada en su actividad y en su deseo de justa intervención como parte de una verdadera democracia en los medios.

LA FUNCIÓN DE LA VOZ EN LOS GÉNEROS RADIOFÓNICOS
Si bien ha habido una cantidad de definiciones en cuanto a los géneros radiofónicos, creo que al final esto no ha variado en nada su función de la radio. Como bien destacan diversos autores esto ha llevado a enriquecer su modo de entenderlo mejor. Una de las concepciones acertadas es, pues, que son formas de organización interna de los mensajes, organizan los contenidos que se van a transmitir, como explica Carlos Araya. De aquí pues podemos desprender una gama de elementos que la conforman como son la crónica, la entrevista, el reportaje. Esto va a tener entonces una gran diferencia en relación a los programas que son estructuras mayores que determinan el estilo de la radio. Pero afirmándose en el terreno de los géneros, sin duda, que también ellos han de venir desde un proceso largo para convertirse en esa rama que ahora es. Aunque en muchos aspectos ellos son confundidos en su real concepción. Así, pues, los llamados géneros musicales de entretenimiento son hoy en día los que dan la hora en cuanto a las expectativas sociales. Son los que mayor demanda tienen en la sociedad. Pero creo que trabajando desde una postura más investigadora y creativa, son los profesionales de la comunicación los llamados a fomentar esta nueva estructura acorde con la racionalidad e imaginación de quienes los puedan oír. Si bien la discusión de muchos estudiosos está en la forma de darle un realce sentido de interpretación de los géneros, creo que esto va más allá, empezando a trabajar para crear y difundir los géneros que apuesten por una mejor formación en sus públicos. Y todo esto requiere un gran compromiso y una gran responsabilidad.

A decir también de quienes pueden difundirlo, creo que juega un rol fundamental la voz, en cuanto a la emisión de los informativos. Es necesario y fundamental, creo yo, trabajar para darle un sentido y una entonación, de claridad, de persuasión. Que involucre todas las formas y que llegue con mucha eficiencia y eficacia a sus audiencias.





Pues si bien para esto se debe trabajar con esmero, también es necesario contribuir a ser más accesible a los diferentes relatos, grabaciones, que se emiten en un programa para un mejor entendimiento en cuanto a sus mensajes. Una voz agradable, dulce, imperativa y tierna juegan roles importantes en una estructura informativa. Pues dependiendo de sus funciones y su modo de participación va a ser que los oyentes se identifiquen o rechacen con ella. Una claridad y una entonación son elementales para poder ganarse la audiencia. De nada serviría que como elemento primordial en una entrevista o en un noticiero, la voz tenga que estar faltando a sus recursos y a sus funciones básicas como el hablar bien, entonar.

Si bien, pues, los géneros radiofónicos, desde mi concepción, necesitan un mejor trabajo y una mejor realización parea difundirlos y no quedarse simplemente bregando en el concepto. La voz, también, necesita un gran trabajo para expresarla en cualquier género periodístico. Su ejercitación, su exposición, son, pues fundamentales, en el trabajo radial.

Así, pues, la voz y los géneros radiofónicos son, sin duda, ejes fundamentales donde da vueltas la función de un periodista que tiende a crear un nuevo orden informativo concertado y comprometido con sus audiencias.

CONCLUSIONES
·         En suma, la verdadera democracia de los medios requiere de un arduo trabajo para poder ponerlos a disposición de las audiencias y, a la vez, que busquen su total desprendimiento de las clases dominantes, es decir, asegurar su independencia al mismo tiempo el periodista cumple el verdadero rol que se le ha asignado de estrechar relaciones con sus oyentes.
·         En tal sentido, los géneros radiofónicos empiece a ser una pieza de creatividad e imaginación en sus oyentes.

PROPUESTAS
·         Crear un nuevo orden informativo en el que se establezca una verdadera expresión del pueblo.
·         Asumir los géneros radiofónicos como una forma de trabajo responsable y comprometedor que adquieran una verdadera imaginación y creatividad de sus oyentes.
·         Devolver el habla al pueblo a través de que jueguen un rol promotor tanto el estado y sus públicos para tratar, en la verdadera dimensión de la palabra, de democratizar a los medios de comunicación.
·         Ejercitar y trabajar la voz para poder difundir expresiones y opiniones que sean de un mutuo entendimiento en la población.

REFERENCIAS
·         ALFARO MORENO, Rosa María. Derechos comunicativos para la afirmación ciudadana.
·         ÁLVAREZ RODRICH Augusto. Relaciones entre prensa y poder.
·         ARAYA RIVERA, Carlos. Género, programas y formatos radiofónicos.
·         FRANCO, Carlos. El Perú de Velasco.
·         MATTELART, Armand. La comunicación masiva en el proceso de liberación.
·         MURELAGA IBARRA, John. El trabajo del periodista de radio.
·         ORRILLO, Winton. Los géneros periodísticos.
·         RAMONET, Ignacio. La tiranía de la comunicación.
·         RAMONET, Ignacio. Las masas manipuladas.
·         RUIZ CARO, Efraín. La tecera colonización.

Enlaces:
http://www.nuso.org/upload/articulos/1155_1.pdf
http://www.carloscamacho.net/pdf/camacho_carlos_las_radios_populares_en_la_construccion_ciudadania.pdf
http://topua.org.py/wp-content/uploads/2011/06/Los-12-mandamientos-%C3%A9ticos-del-periodista.pdf
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/18_Cuesta_V80.pdf