domingo, 15 de julio de 2012

LA FUNCIÓN DE LOS MEDIOS

RESUMEN Los medios han originado desde su aparición una deslumbrante función en la sociedad. Pues son los vehículos que han traspasado fronteras llevando consigo la comunicación a todo lado. A través de ellos se ha logrado la democratización del conocimiento y de los avances tecnológicos. Desde el periódico hasta la televisión, los medios han sido instrumentos que han facilitado la vida del hombre. PALABRAS CLAVES Comunicación, desarrollo, globalización, medios, convivencia, responsabilidad. A lo largo de la historia, desde que el hombre apareció ha tenido distintas formas de comunicarse. Las palabras fueron fundamentales. Pero las civilizaciones se desarrollan con la escritura, y es el tránsito de la comunicación oral a la palabra escrita lo que desarrolla una civilización (Havelock). Pero hasta la invención de la imprenta, la cultura de toda sociedad se fundamenta principalmente en la transmisión oral. Hasta que los textos escritos son reproducidos a manos por amanuenses, no se podrá hablar aun del hombre que lee. Así empieza de forma mágica a contribuirse a la democratización del conocimiento. Luego de esto, la nueva ola de inventos mediáticos que surgiría va a marcar un formidable ciclo de avances tecnológicos. Primero con el telégrafo que fue seguido por el teléfono abrían un espacio jamás pensado por el hombre. Reduciendo así los límites, las distancias que otrora eran inalcanzables para la comunicación entre los individuos. La nueva ola seguiría. No obstante, con una mejor perfección de los inventos nuevos. De esta manera es como hace su aparición la radio: la seductora, el gigante despertar, la rápida e inmediata. Fue algo extraordinario pues se eliminaban las distancias y se convertía asi en el instrumento de valoración que tanto tiempo los humanos necesitaban para una comunicación global en la que los pueblos y sus gentes pudieron unirse para satisfacer o generar sus objetivos. Luego de esto haría su aparición el instrumento que generaría una preocupación desbordante: la radio. La televisión venia cargada de una nueva característica que la hacia única: la imagen. Impensable era por los individuos que cada noche sentábanse en casa de forma familiar a escuchar las radionovelas o los diversos programas de escucha a tener que reemplazar esto por algo en el que te mostraba al personaje llorando o hablando. Era la imagen la que podía esto. El invento nuevo, el televisor, algo que revolucionó la comunicación. Así pasa a convertirse en un medio de vital importancia para la sociedad. Lo fundamental de todos estos medios es que no han logrado desaparecer, sino que conviven por el mismo hecho de ser complementarios entre ellos mismos. Hablamos así de un reacomodo por parte de cada uno. Pues como bien sabemos, la radio no eliminó al periódico, ni hasta al momento la radio ha logrado desaparecer a la radio. Se trata de supersticiones o falacias por la manera como se tratan en el sentido de una competitividad activa. Hoy en día, se habla de que la televisión ha desplazado a la radio, lo cual no es creíble. Se trataría quizás por la forma facilista como es que las sociedades desarrollan su pensamiento reduciendo a la estrechez de la imagen y a la inoperancia que muestra en sus contenidos. No se trata de qué medio gana más gente, sino qué es lo que la gente hace con los medios. Mediante el periódico, el individuo leía y reflexionaba acerca de lo escrito. A través de la radio, puede usar la palabra y pronunciarse con lo que no está de acuerdo, convirtiendo se así en parte importante de lo que se habla. Es más, está también la virtud excelsa de la imaginación. Pero con la televisión no sucede lo mismo. Antes de ella, los acontecimientos del mundo se nos relataban (por escrito), actualmente con ellas se nos muestran y el relato (su explicación) está prácticamente solo en función de las imágenes que aparecen en las pantallas. De esta manera, la televisión no es solo un instrumento de la televisión, es también a la vez paideia, un instrumento antropogenético, un médium que genera un nuevo anthropos, un nuevo tipo de ser humano. Más allá de todo esto, su función principal de los medios está en el ambiente de toda sociedad. Son los llamados a ejercer la importancia vasta, ya que es a través de ellos que se escucha lo que pocos no quieren que se escuche. Se convierte en los mártires de la verdad, en la autenticidad reclamada por todos. Aunque hoy en día no siempre es así, pero se ha hecho así. Son los medios tan relevantes en la sociedad de hoy que han pasado , como se dice, del cuarto poder a ejercer el segundo poder. Si bien es cierto, nuestra sociedad vive una crisis cultural por la forma como es que han cambiado los individuos. Pero esto poco recae en los medios. Más allá de los efectos del bien y del mal (Vílchez), los medios ejercen una influencia variada con las audiencias que atañe a distintos niveles: afectivos, racionales, axiológicos, psicomotrices, informativos, actitudinales. A la vez, los medios influyen en diferentes ámbitos: el de la realidad, el de la fantasía, el del placer, el de la responsabilidad, el del hacer y el del pensar. Para entender lo que la sociedad se redice en los medios de comunicación, pues no hay que estudiar tanto los medios en sí mismos. Hay que estudiar además la historia, el contexto social, político-económico, y entonces, solo entonces, entenderemos a los medios. SÍNTESIS CONCLUSIVA Los medios de comunicación ejercen desde sus inicios una función muy importante en la sociedad. Más allá de los usos en que el hombre los ha convertido para bien o para mal, siempre están para informar de lo que sucede en cualquier parte del mundo, logrando así una convivencia mundial en la que las barreras y fronteras son inexistentes. REFERENCIAS - DE ANDA Y RAMOS, Francisco, La radio. El despertar el gigante. 2° edición, junio de 2003. - OROZCO, Guillermo, Medios, audiencias y mediaciones. México, 1997. - SARTORI, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. México, 1999. Enlace de interés: http://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para%20descargar/Desgrabacin-ROLSOCIALDELOSMEDIOS.doc.pdf http://recursostic.javeriana.edu.co/cyl/syp/components/com_booklibrary/ebooks/5716.pdf http://www.pnud.org.co/img_upload/9056f18133669868e1cc381983d50faa/Elpapeldelosmedios.pdf Enlaces con vídeos: - http://www.youtube.com/watch?v=6b-lZtwJIH0&feature=plcp - http://www.youtube.com/watch?v=3ikzlUhzeQ0&feature=plcp

LA AUDICIÓN EN LA RADIO

RESUMEN La radio es un medio que, muy aparte de brindar información y de lograr la buena articulación entre el hombre y la sociedad, tiene elementos muy importantes que contribuyen a despertar el imaginario del individuo. PALABRAS CLAVES Imaginación, audición, pensamiento, personalidad, radialista, sonoridad. Así como la camiseta es una prolongación de la piel y, por lo tanto, es una prolongación del sentido del tacto, la rueda es una prolongación del pie. Y la radio es una prolongación sin límites del sentido del oído y de la voz, decía McLuhan. En gran medida, nos atrevemos a decir que la radio es uno de los instrumentos que más performance y creatividad genera en los seres humanos. No se trata de igualar a la televisión que produce imágenes volátiles que escapan a la imaginación del vidente. O al periódico que, de alguna manera, te informan en palabras estáticas. No: la radio ha logrado tener un espacio importante desde su aparición hasta hoy. Ello porque engendra formas diversas de ensanchar el ideal, el pensamiento de quien escucha. Pero lo más importante es cómo llegar a ser bien sintonizado. He aquí algo interesante. Pues como bien sabemos, la mejor manera para saber recordar lo que pasó es a través del oído. Es el sentido de la audición que nos hace vibrar, sentir, imaginar. Al principio de todo, fue una lástima que en el mundo todo transcurriera en total silencio. Ningún recuerdo se tiene. Pero conforme fuimos desarrollando adquirimos esa capacidad extraordinaria de escuchar. Lo que hace único al homo sapiens es su capacidad simbólica. Y la capacidad simbólica de los seres humanos se despliega en el lenguaje, en la capacidad mediante sonidos y signos significantes provistos de significación. El hombre reflexiona sobre lo que dice. El lenguaje no es solo un instrumento de comunicar, sino también de pensar. Lo que se escucha por radio, se puede ver en la imaginación. Claro que sí, las cosas no visibles se pueden visualizar y este poder solo atañe al oído. Imaginemos un televisor a todo volumen. Bajemos al volumen y tratemos de entender lo que dice. Las escenas, los actos pueden ser fantásticos pero nos desesperaría por saber qué habla o qué dice. Ahora volteemos el televisor de manera que no se pueda ver la imagen. Evidentemente que no necesitaríamos de él para saber de quién habla o en qué lugar se desarrollan las escenas, pues a través del pensar y reflexionar, el hombre puede crear. A través del oído, se reconstruye e inventa. Entonces el radialista necesita de un arduo trabajo para poder hacer que sus oyentes puedan ver a través del oído. El trabajo del radialista, a decir verdad, es exigente pero a la vez feliz. Pues de él depende obtener la mayoría de radioescuchas para que se sientan satisfechos con su locución. Un radioescucha prende su radio para escuchar algo apropiado, dinámico que se mezcle con su particular forma de ser. Muchos necesitan descargar quizás la rutina de su trabajo, de sus angustias y una voz, pues, agonizante, triste, de inmediato será reemplazado por otra alegre que despierte y levante el ánimo. En el nuevo siglo, la radio ha entrado en una nueva etapa. Una etapa enmarcada de vaivenes, donde algunos han tomado posturas nefastas. Ya no se trata de despertar la reflexión ni la criticidad de sus oyentes sino que ahora quieren hacer pensar de acuerdo a lo que los locutores o periodistas quieren. Pues como bien sabemos, la mosca se introdujo en la leche desde los inicios. Y me refiero a la política como sinónimo de suciedad. Hoy en día y desde siempre, los medios han estado a expensas de lo más insano, de lo que pudiera mancharlos, de lo que pudiera tergiversar su verdadero rol en la sociedad, la de informar verdaderamente. Actualmente vemos que si alguien necesita ser protagonista, simplemente no dudará en correr a un medio y adquirir el poder o el reconocimiento de la mayoría. Pues así vive nuestra sociedad. Lo más trascendental que toco en este texto es la forma y los aspectos extraordinarios surgidos de la radio como instrumento de desbordante imaginación. Pues en ella se vislumbraba y se vislumbra a un ser que tenga sentido de necesidad consecutiva. Que haga existir en su idea propia lo inexistente, Que explore y explote lo más profundo de su entrañable racionalidad. Así nos sería fácil de extrañar si no admirarse por los monstruos gigantes marinos que existían en el mar, o los remolinos hirvientes de agua en el centro del océano hasta después que Colón descubriera América. Esa es la radio: intuición, creatividad, pero más que todo, imaginación. Es, pues, eso que también afirmaba McLuhan: un medio eminentemente visual. Quizás del radialista se ha hablado poco. Pero hay que expresar que su función es primordial. Porque a través de él, es que los escuchas deseen o no cambiar de emisora. Un radialista tiene que presentir o conocer que lo que habla no simplemente ilustre. Sino que la audiencia tiene que formar parte de esa convivencia binomial radialista-radioescucha. El hablar en radio, entonces, forma parte de entregarle a la gente lo que a ella le guste y sea participativa. Incluye ahí los aspectos sonoros y los efectos. Estos contribuyen también a despertar lo dormido y lo guardado en lo más recóndito de los sentimientos. Pues los textos sonoros tienen que suscitar estímulos tan variados como los que James Joyce procuraba transmitirle a sus lectores en algún pasaje de Ulises como éste: “Leopoldo Bloom comía con deleite los órganos interiores de bestias y aves. Le gustaba la sopa espesa de menudillos, las mollejas de sabor a nuez, el corazón relleno, asado, tajado de hígado, rebozado con migajas de corteza, huevos de bacalao fri
to. Sobre todo le gustaban los riñones de cordero a la parilla que daban a su paladar un sutil olor de orina levemente olorosa”. SÍNTESIS CONCLUSIVA De esta manera, la radio, como instrumento de creatividad e imaginación en todos sus oyentes, logra de manera formidable construir y establecer mecanismo de relación con las audiencias. Son estos a través del sentido auditivo lo que van a evaluar y determinar a lo que los escuchas les parezca. Pero agregando a esto, también un cariz importante son las sonoridades y efectos que envuelven los mensajes para poder cautivas públicos y convertirlos en públicos fidelísimos. REFERENCIAS - HISTORIA DEL PERÚ Y DEL MUNDO. Ediciones Bruño. 1987. - MCLUHAN, Marshall. El medio es el mensaje. 1967. - SARTORI, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. México, 1999 Enlaces de Interés: http://es.scribd.com/doc/14149453/Mariano-Cebrian-HerrerosLa-radio-en-Internet http://emisoras-en-la-red.buscamix.com/content/view/43/118/ http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n49/bienal/Mesa3/M%F3nicaL%F3pez.pdf Enlaces con vídeos: - http://www.youtube.com/watch?v=bC4f0CwPq9I&feature=plcp - http://www.youtube.com/watch?v=oAlcYCiKM0Q&feature=plcp

EMISOR Y RECEPTOR: LA ETERNA CONVIVENCIA

RESUMEN La comunicación es un proceso a través del cual es indispensable que haya una relación permanente entre el emisor y el receptor. Ello para evitar una posible interferencia llamada ruido, que imposibilita dicha comunicación. El radialista cumple un rol importante por el cual el radioescucha se sienta parte importante de esta convivencia comunicacional. PALABRAS CLAVES Comunicación, interferencia, emisor, receptor, sonoridad, lenguaje radiofónico, comprensión. Durante el proceso de la comunicación, como bien sabemos, en indispensable contar con dos o más personas que puedan interactuar para que haya comunicación; hablamos de un receptor y un emisor. Este proceso, muchas veces, está expuesto a deteriorar o tergiversar la comunicación, todo por alguna pequeña interferencia llamada ruido que puede ser producido por el mismo emisor, quizás por la falla de comprensión con el receptor o también por los aspectos técnicos que hay en una radio o por las formas culturales en que se manifiesta. En esto último digamos que suele darse por los diferentes modos de hablar o pronunciarse. El recetor puede hablar palabras rebuscadas, ¿de qué me serviría si un escucha no lo entiende? Simplemente apaga y prende la radio. Es un problema que es necesario corregir. Ahora es indispensable que también el radialista sepa lo que a su público le gustaría oír. Caeríamos en falsa y se pretende lanzar un programa al aire sin haber hecho antes una encuesta de preferencias para ver si nuestro programa puede salir. Pues esto es fundamental ya que permite conocer los gustos de la gente para, de esta manera, en un futuro tener vigencia y no desaparecer. En el quehacer radial se mezclan tres elementos: la voz, el sonido y los efectos. La voz o la palabra es la que, de alguna manera, brinda el mensaje y le da un cierto sentido. Cicerón, Demóstenes, les basta expresarse en público para asombrar y conmover. Tanto era su influencia que hasta hoy persiste en nuestra época. Pues no siempre las palabras vuelan y los escritos quedan. Los efectos también causan vibraciones, emociones. Pero el sonido radiofónico ofrece la iconocidad acústica del mundo, despierta la evocación y aún el reconocimiento de la realidad. Conjugadas las tres, podría decir que son un complemento en la que la voz ejerce la supremacía. Así hablamos, pues, de un lenguaje radiofónico concatenado, provocado a la necesidad elemental del oído.Pues como bien sabemos, éste es el que juzgade las carencias y de los abusos de la alianza tripartita. Los efectos del sonido son quizá la mejor manera de trabajar en una radio.Grabarla de manera natural representa una finura que hacen formidable en cualquier trabajo que se pretenda hacer. Esto nos permite ver y reflexionar, pues, que las cosas no se han formado por causas simples, banales. Sino que dentro del mundo existe una relación universal que está presente en todos lados, que son complementos que se encajan. Pero al ojo humano parecen dispersas. Uno de los aspectos importantes en un radialista es la forma de hablar. Hablar no significa tomar un micrófono y decir lo que a él le guste. Lo que hoy en día podemos evidenciar. La voz del radialista tiende a ser valorada o denigrada.La persona que pretenda buscar cambios a través de sus programas,tiene que hacerlo con las formas adecuadas que posibiliten un entendimiento por parte de quien lo escucha. Entonces es necesario hablarle con palabras sencillas que ellos puedan entender, pero no abordando lo grosero, lo vulgar. Porque aquello se convertiría en algo nocivo que infecta el ambiente radiofónico. El lenguaje radiofónico necesita de una preocupación binomial emisor-receptor que se gusten, que se sientan atraídos, que uno sepa que está hablando porque el otro lo está entendiendo, y el que el otro escucha porque sabe que quien le habla de acuerdo a su entendimiento. Hay que también expresar que el oyente no necesita de algo extenso para poder comprender un mensaje. Los párrafos o los textos largos no son los adecuados para hablar en una radio. Porque de alguna manera aburriría, cansaría. Es necesario trabajarlos para entregarle o hablarlos de manera sucinta. Aquí, la creatividad y la intuición de los radialistas para hacerlo accesible y facilista, y de cualquier forma obtener la fidelidad de sus escuchas. Hay que aclarar que el mensaje no es para todos. Yo no puedo hacer una publicidad uniforme tanto para un país como otro. Es imperdonable por el simple hecho que tienen diferentes músicas, diferentes costumbres, diferentes formas de vivir. Cachar en España es algo común, del vulgo popular. En el Perú, es una grosería. Entonces, hablamos de expresiones que tienen diferentes perspectivas, diferentes formas de entender. Existe aquí la idiosincrasia, la naturaleza propia de cada espacio, de cada geografía a la que hay que tratar de forma diferente. Más allá de todo esto, el lenguaje radiofónico implica tener una dinámica que relacione los factores que vana ejerceruna predominancia en su público. La voz, el sonido y los efectos son la mejor manera de ayudarse para cautivar a los oyentes. Es imprescindible para trabajar desde lo más simple hasta lo más abultado. El lenguaje de la radio debe ser alimentado por el lenguaje del radialista. Que construya puentes de simpatía, de carisma, de diversión. Que haga reír a su público, que no se sienta ensimismado. Pues si no su público lo cambiaría .Que emocione, que vislumbre .que este atado a los diversos carices de lo que requiere la ciudadanía. En suma que despierte la pasión de las almas más profundas. Que estremezca lo más recóndito de los pensamientos. SÍNTESIS CONCLUSIVA El lenguaje radiofónico provoca una mayor opción de trabajo en la radio, porque permite expresar a través de la voz, el sonido y los efectos una particularidad clave que ayuda de mil maneras al radialista. Este y aquello se conjugan para lograr de una manera impactar y causar emoción en los oyentes. Es así que es imprescindible contar con todos los elementos que nos permitan trabajar en bien de una mejor radio y una mejor sintonía. REFERENCIAS - GONZÁLEZ PRADA, Manuel. Horas de lucha.Ediciones Santiago, 2004. - HAYE, Ricardo. El arte radiofónico. Ediciones La Crujía. Mayo, 2004. Enlaces de Interés: http://radioleituras.files.wordpress.com/2011/08/2-haye_esp.pdf http://www.unibague.edu.co/sitios/com_social/index.php?option=com_content&view=article&id=41:periodismo-radial&catid=7:semestre-vii&Itemid=18 http://www.unrc.edu.ar/insti/05/comu/temasyproblemas/pdf/temasyproblemas_10.pdf Enlaces con vídeos: - http://www.youtube.com/watch?v=O1S_sm2TP58&feature=plcp

LA LOCUCIÓN COMO ARTE

RESUMEN La locución implica un ejercicio responsable de compromiso social, de responsabilidad, que involucre las diversas necesidades y carencias de la población. No es solo un ejercicio vocal derivado de estudios profesionales previos, sino una manera de sentir y de comprometer a toda la ciudadanía. PALABRAS CLAVES Locución, ética, comprensión. La idea de hablar en radio resulta muchas veces atractivo para quienes se encuentran inspirados en trabajar y formar parte de ella. Pero cuando tienen el micrófono delante, entonces ven que no es tan fácil. Algunos suelen temblar, otros parecen desfallecer. Escuché a un amigo decir que la primera vez sentía que el corazón le latía como nunca, que se le iban las palabras. Pero luego, conforme pasaban los días, se acostumbró al pequeño gigante. Así notamos entonces que iniciarse como locutor cuesta por el mismo hecho de que tienes que enfrentarte a un mundo donde la mayoría de la gente te escucha. Es necesario tener un cierto ejercicio de preparación que pueda establecer en el locutor una especie de confianza, de amicalidad con la radio. Esto logrará, pues, contrarrestar los nervios, los miedos, la sutileza de las palabras. Y todo aquellos que pueda hacer sentir bien a su público y que, pues, también, de forma primordial, haga sentir bien al locutor. Ahora, después de éste y de forma interrogativa, un locutor puede ser cualquiera que coge el micrófono y empiece a hablar lo que se le venga en gana. Por supuesto que no. Debe asumir un encargo social. El de respetar y aceptar un compromiso respetable, ético y estético. Pues el locutor cumple un rol importante como principal transmisor de expresiones a determinadas comunidades. En tiempos pasados, antes de la televisión, su papel era la de congregar a través de la radio sintonías bárbaras, en la que familias enteras y también barrios enteros escuchaban a través de esa cajita mágica lo que acontecía en diversas zonas. Luego, con la llegada de la televisión, observamos una metamorfosis social. Puesto que la televisión ocupó cierto terreno ganado antes por la radio, lo cual no implica que la haya relegado, como actualmente se piensa. Así la radio no congrega sino individualiza. Pues como todos sabemos ella puede ser conducida a cualquier parte por su forma móvil. El personaje o en este caso, el locutor, quien está detrás de ellavan a propiciar que quien está del otro lado, o sea el escucha, se convierta en escucha fiel, que no lo cambie. Pero para todo esto es indispensable e innecesario tener buenos locutores. No se trata que tenga una voz extraordinaria, única, o que haya sido cultivada para ejercer la locución Este elemento de la producción no siempre implica hacer una diferencia entre voces buenas o voces malas. La calidad de la voz es la imagen global que proyecta un locutor. Otro de los aspectos más destacados y sobresalientes en un locutor es, pues, su naturaleza humana de afrontar lo imprevisto. La naturalidad es, pues, sin duda una forma de sentir y expresar lo imprevisible de una situación. Esto te lleva a analizar y pronunciar lo improvisado en ciertas circunstancias que no pudiste trabajar para ese día. El locutor no se elige a uno sino a muchas personas. Entonces esto hace que lo haga de la mejor manera. No utilizando forzadamente lo que a él le plazca, sino formar parte del conjunto que lo oye. En todas las situaciones quien se encarga de ejercer la locución trata de dar y hacerlo lo mejor posible. Hablando claro y entendible. Articulando muy bien las palabras. Esto es importante porque forma parte de la estrategia para cautivar y retener a su público. Pero lo más importante es la personalidad y la forma de entregarse, de dar lo mejor de sí. Entonces, queda claro que las voces bonitas y estentóreas pueden fracasar si no se alimentan de lo antes mencionado. Es fundamental que un locutor hable y se escuche a sí mismo. Esto, en gran medida le dará la razón para entender de lo cuán importante es trabajar en la radio. Pus le ayudará a concluir que, a pesar de estar en la academia, no es el amo ni el señor de todo sino solamente en sus palabras. Pero ésta puede que no sean escuchadas por quienes están del otro lado, por la sencilla razón como habla, interpreta y trata los temas. Pues hay locutores que, en cierta medida, piensan que su voz es la que va a marcar la diferencia por ciertas características destacables. Lo cual es completamente falso. Si forma parte de lo que se debe escuchar pero también se necesita que ella se involucre en lo común de la gente. Que despierte emociones. Que levante el triste despertar. Que se logre enganchar a lo que justamente el oyente desea. Es, pues, un fracaso hablar para un locutor porque su voz suene simplemente bien, pues el bien tiene que abordarlo el que lo oye. Que se sienta incluido, participativo, que hable de sus carencias, necesidades, emociones, etcétera. Que sienta que él forma parte de su necesidad y de sus angustias y alegrías. En suma, que avive la comunicación indisociable y refuerce la dicotomía invariable entre emisor-receptor. SÍNTESIS CONCLUSIVA Los locutores no se valen simplemente de su voz para poder ejercer la locución. Forma parte de ello; sí, pero lo principal es que incorpore a la necesidad de sus oyentes, que los haga partícipes y que los incluya. Enlaces de Interés: http://www.armandoplata.com/PENSUM-MLAP.pdf http://www.cadenagramonte.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=8565:la-locucion-arte-de-convertir-las-palabras-en-imagenes&catid=85:sociedad&Itemid=55 http://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/413/5/Capitulo3.pdf Enlaces con vídeos: - http://www.youtube.com/watch?v=C8O3Us2ysaU&feature=plcp