viernes, 27 de abril de 2012

EL DETERIORO DE LA RADIO LAMBAYECANA


Las radios y su rol protagónico en bien de la sociedad lambayecana están deteriorados, mal visto, degradado, de alguna manera. Y esto se debe a una simple y llana razón: su mera financiación política y comercial.

Si hacemos un análisis del empoderamiento que han adquirido estas radios, nos damos cuenta que simplemente son serviciales a unos protagonistas políticos que en su momento sentáronse en un escaño congresal o adquirieron alguna autoridad regional para, de esta manera, obtener el poder de ser personajes “relevantes” en el espacio público.

Así su influencia se vuelve grande, marcada, respetada.  Este protagonismo adquirido empieza entonces a crear opciones de acogimiento para los radialistas que quieren trabajar sin respetar la verdadera deontología que los debe caracterizar como personas preparadas. En otras palabras, buscan cualquier deslenguado que hable en beneficio de quien los contrata, elementos de baja educación que, si bien es cierto, es la consecuencia del nivel de programación que transmiten.

Este detrimento vinculado a la comercialización barata de la radio, hilvana una especie de confabulación despectiva, pues hace que la radio apunte hacia objetivos despersonalizados.

La labor de los radialistas viene entonces a caer bajo esta atmósfera de subyugación, en un remolino envolvente que nos lleva sin ninguna dirección a horizontes extraños. Sumado a esto la bajeza de su requerida preparación se convierte, entonces, en un metal de atracción para los captadores señoriales de radio.

Así conjugados estos aspectos, las radios intentan clarificar el sueño de la gente popular que reclama mayor justicia y más igualdad, aprovechándose de su fiel sintonía que tienen hacia ellos. En suma, su incumplimiento de las radios se debe a la misma esencia de adquisición de varios sueños poderosos que quieren hacerse grandes sin construir grandeza y buscar poder sin construir poder en la gente.

miércoles, 18 de abril de 2012

RADIO: ESTETICISMO Y ANTROPOLOGÍA


Ni una época totalmente signada por los medios, en el que éstos determinan nuestros hábitos de consumir y oficializan la llamad “cultura de masas”, la labor de la radio parece un tanto escamoteada por la televisión. En estos tiempos de arraigamiento neoliberal, cabe formularse la siguiente pregunta: ¿Cómo actuar desde la radio?

La radiodifusión, en el sentido más cabal de la palabra, en la medida en que es responsable, inicia consensos y abre espacios de diálogo. Es decir, empodera al hombre común. Pro, ahora bien: ¿cómo conciliar la estética y el sonido de una radio en pro de un mejor desarrollo social? La respuesta a este pertinente cuestionamiento está trazada por las reflexiones complementarias de Arnheim y Lazarsfeld.

Rudolf Arnheim funda una postura plenamente estética, que concibe a la radiodifusión como un arte expreso, donde las emisoras son vehículos para transmitir programaciones sostenidas sobre una base artística.

Las concepciones arnheimianas de la radio asumen un papel artístico, creativo y cultural resaltando la ventaja de la expresión oral como eje fundamental del pensamiento. La televisión contrapone la visión y el lenguaje, en la que predomina el sentido de la expectación,  transformando la conducta participativa del individuo en una mera observación, carente de crítica e imposible de un análisis reflexivo.

Entonces, el medio ciego esboza una incitación hacia el arte emparentado con la ardua labor social. Estimula la creatividad y promueve el desarrollo asociado a la información.

En la postura antropològica-sociològica de Lazarsfeld, visualizamos una audiencia heterogénea, que dejó hace mucho de  ser una masa sin personalidad, un simple “rebaño consternado”, como diría Edward Bernays. Asumiendo esta posición sociológica, la radio nos deja entrever su cualidad para estudiar a una audiencia relativamente desigual.

Los estudios analíticos lazarsfeldianos adquieren un cariz cercano al uso comercial de las radios., Hoy en día, que prevalece el poder de atracción de la publicidad, resulta pertinente el legado que este fundador del pensamiento comunicador nos legara. A partir de sus concepciones acerca de la influencia de la radio y su estrecha vinculación a los hábitos de la audiencia, es que los medios comerciales y sus amos realizan la famosa segmentación de los mercados.

Dejando claras, como bellas aguas diáfanas, las posiciones de Arnheim y Lazarsfeld, tratamos de visualizar una factible sinergia entre ellas. Y es en este escenario, donde salen a flote los “radio studies”, que nacen como una iniciativa hacia una localización antropológica de la radio en el seno de una sociedad industrializada y visual.

Los “radio estudies” son opciones frente a una profusa comercialización radial. Ellas nacen con el propósito de alimentar una cultura y una información ávidas y  codiciosas.  

Esta naturaleza de las radios no ha merecido un estudio concienzudo y prolijo por parte de distintos expertos en materias de comunicación. Creemos, en cualquiera de los casos

Entre la temática que podría reunir este género de radiodifusión, están las radionovelas, las noticias locales, nacionales e internacionales (para construir un verdadera aldea global), la difusión de programas educativos y culturales, la publicidad, para definir una radio sostenible y educativa, con índoles populares y fines sociales.

De esta alternativa radiofónica, entra a tallar también la posibilidad azarosa de entrar en contacto con radios locales y globales, para compartir propuestas, establecer canales de diálogo a grandes distancias para afirmar a las emisoras como hacedoras de una nueva realidad.

Una vez determinado la conexión entre ambas reflexiones innovadoras, nos concierne a nosotros los hombres comunes, desde cualquier rincón indígena hasta algún resquicio ciudadano, unirnos en pos de un nuevo imperio radial que mantenga su arsenal oral en función a la educación y al compromiso social. Solo así, nos habremos desarrollado como un pueblo libertario.

Entonces, comunicación para el desarrollo es nuestro norte promisorio.

EL DESAFÍO EN EL NUEVO MILENIO

Las radios populares en la historia de América Latina han jugado una importante labor en favor de los sectores populares menos favorecidos. Les permitió la expresión para poder manifestar las injusticias, las desigualdades y el maltrato fomentado por el poder de unos pocos. 

Concedieron el arma fundamental de a palabra para hacer oír a los que nunca fueron escuchados, incluir a los que siempre fueron marginados. 

Tuvieron el propósito, el atrevimiento, el desafío, la audacia, de no temblar ante los poderes dominantes. Así funcionaron estas radios que con el tiempo y la llegada de un nuevo milenio se fueron encauzando hacia un destino aislado, quieto. 

El milenio nuevo -como diría Gabriel García Márquez- será el milenio del imperio de las palabras. Y es bien cierto, pues si notamos la presencia la presencia privilegiada de los medios de comunicación, hoy en día  nos ponemos a pensar del poder enorme que han adquirido.

"Actualmente, el consumo de medios de comunicación constituye un componente fijo de la vida cotidiana en la mayoría de las sociedades. La cultura predominante de hoy es la producida masivamente por tales medios" (Ignacio Ramonet).

Pero este milenio también ha traído el empoderamniento de pocos. Hoy en día, muchos tienen poco y pocos tiene mucho. La concentración de la riqueza a nivel planetario es de unos cuantos, apenas el veinte por ciento. El resto solo mira el derroche con que ellos caminan al filo de la opulencia.

Asó, el sendero nuevo de este mundo traspasa fronteras, límites. Ya no hay espacios vacíos, todo está cubierto de información, de comunicación, gracias al vertiginoso avance de tecnologías.

Entonces, las radios populares, la que nos interesan a nosotros, tendría nuevamente la correspondencia de empezar el sueño con que nacieron. Pero agregando que ahora son más poderosas.

Les toca a ellas abrir espacios donde las fuerzas sociales tomen posturas para debatir temas compatibles con su bienestar y progreso. De esta manera, las radios populares pasan a convertirse en aliados plenos de los nuevos revolucionarios del orden que luchan por causas justas.

Pues, como la globalización ha individualizado, ha ensuciado y ha corrompido las nuevas sociedades, es menester que apoyen los movimientos sociales que surgen. Ya que ellos traen el mensaje de las aspiraciones nuevas.

No obstante, hay que admitir que la globalización con las nuevas tecnologías -como hemos señalado- traen consigo una amenaza. Pues el fácil acceso a la oferta de información y programación externa pueden disminuir su propuesta de radio popular. 

Entonces, la radio popular tiene que partir de un enfoque local para poder asumir luego un compromiso más general. Debe promover la capacitación de los campesinos para que puedan elaborar nuevos proyectos agrarios, y así competir en el mercado externo. Debe asumir y cumplir el papel de mediador entre los ciudadanos y el estado. También una visión más democrática, donde los que quieren expresar algo lo expresen de forma libre y pluralista. Deben combatir el desprecio de las personas, el racismo, la violencia, la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción, etcétera.

Así pues la tarea de humanizar se convierta en algo estratosférico, relevante, que involucre todas las condiciones humanas.

A plenitud, que sean una fuerza integradora que busque un nuevo rostro social donde todos, sin distinción de nada, sean escuchados a viva voz. Este trabajo debe ser una empresa ardua, sacrificada, que se traduzca de reformas sociales, que compitan con las otras radios, no comercialmente, sino intelectualmente. Ése es el prurito anhelado y ambicioso de las radios populares. 

APUESTA POR UNA NUEVA RADIO POPULAR


Las radios populares desde sus inicios han jugado un papel predominante en la sociedad.

Fueron el foco de alumbramiento que posibilitaba la llegada de diversos sectores sociales, los cuales querían expresar su voz, su protesta, su postura sobre ciertos aspectos que les acontecían.


Pero también esas radios fueron el centro de atención de las masas ya que ellos tomaban posturas sobre la defensa y protección de los más desfavorecidos. Luchaban contra aquellos poderes que intentaban sobrepasar los derechos de las personas.


Transcurrieron décadas en ese mismo sentido de compromiso. Pero la llegada de las tecnologías y de la mundialización del mercado marcó un hito inolvidable que hizo cambiar al mundo de una forma jamás vista en la historia de la humanidad.


Se centralizaron los poderes, el individuo se desarticulo de lo colectivo, los medios se concentraron en unos cuantos y la historia empezó a ser otra. Todo esto en nombre de la neoliberal globalización.


A pesar de lo transcurrido las radios populares siempre se mantuvieron, pero no al ritmo acelerado con que avanzaban las otras radios que involucraban las nuevas tecnologías. Es así que han adquirido un nuevo desafío.


Ignacio López Vigila, ha hecho esta punzante reflexión sobre la era presente: "este es el mundo que nos ha tocado vivir. Un mundo avaro que quiere igualar culturas, pero no bolsillos. Un mundo absurdo que ha sabido captar el rumor del Bing Bang sucedido hace mil millones de años pero no es capaz de escuchar el grito desesperado de los 40.000 niños que a diario mueren de hambre. Una época nocturna, como diría Neruda. Pero no hay otra. No podemos irnos a transmitir desde los anillos de Saturno. Es aquí y ahora que tenemos que hacer la radio comunitaria. En este apabullante mundo neoliberal donde tenemos que construir radio democrática"(1).


De esta manera "la radio popular tiene que ser escuchada. Tiene que conquistar una amplia audiencia. Una radio que no se escucha no tiene ninguna razón de existirla radio popular se hace construyendo desde las alegrías y penas del pueblo, descubriendo las semillas de liberación que se van germinando en su vida diaria"(2).


Así, el desafío se convierte gigantesco, pero no difícil .El propósito original se mantiene solo falta adaptarlo a la nueva realidad.


Una realidad en que los medios de comunicación han adquirido una presencia privilegiada, diría yo universal. Pues están en el mas minúsculo rincón de cualquier hogar.

Desde este horizonte grandioso las radios populares tiene nuevamente la esperanza que algún día el pueblo, la sociedad deposito sobre ellos.


Tiene una gran misión de otorgar la voz múltiple y heterogénea de aquellos que siempre fueron acallados por los dueños del orden social, simplemente por el buen hecho de reclamar lo que era justo.


Tiene también la misión de `poder generar acercamientos y articulaciones entre sectores que intenten reunirse para hacer juntos un fin o causa común. Y esto puede notarse en el trabajo mancomunal que realizan pueblos cercanos para poder unificar sus razones, sus proyectos y sus progresos. También el gran trabajo de crear alternativas radiofónicas, y crear audiencias desde la polifonía y particularidad pero propiciando reconocimiento de unos y otros, es decir favoreciendo la inclusión que el orden imperante niega a muchos y muchas.
Pues vivimos nuevos tiempos y los nuevos tiempos hay que mejorarlos.


Son las radios populares las llamadas a mejorar las situaciones sociales, la identificación de los pueblos, la voz que viene desde abajo, el inconformismo de los que siempre lucharon; todo esto en nombre de un nuevo modelo social.


Un modelo que no permita las injusticias o los amedrentamientos por parte de los que siempre caminó en el poder. Un modelo que no permita la deshumanización del hombre, más bien que permita la colectivización, el compañerismo, la equidad y la justicia que siempre se soñó como utopia .El nuevo desafío es posible.


 (1)pp16 de radio comunitario RAFAEL Arritia Argentina 1989
 (2) radio popular los nuevos desafíos en América Latina .HUMBERTO Vandenbulcke     

LA RADIO EDUCATIVA Y SUS COMPROMISOS

Las radios educativas han cumplido un rol fundamental dentro de la sociedad.

Si bien es cierto a lo largo de su historia estubieron comprometidas con un nuevo desarrollo, una nueva forma de darle sentido a la vida social. Clarificando que fue una dura batalla, pues siempre estubieron las radios comerciale con su unico fin de divertir y entretener. Es decir, buscar la mentalidad a travez  de la seduccion facilista sin animo de posturas criticas.

Tres son las funciones que tradicionalmente a desempeñado la radio educativa: una funcion auxiliar como ayuda a la labor didactica de la escuela para enriquecer y ampliar la amteria explicada; una funcion complementaria de la labor formativa yu educativa del profesor difundiendo cursos preelaborados y desarrollando su plan de estudios, por una funcion supletoria de un sistema eduacativo que no se da abasto para satisfacer las necesidades y exigencias de educacion de una poblacion disperza y marginada.

Si bien es cierto el concepto de radio educativa es indefinible, pero abarca un mismo fin, comparten un rasgo comun que es de caracter social.

De esta forma las radios educativas se orientaron a apoyar directamente los movimientos sociales, la instruccion de amplicimas comunidades para su desarrollo, la educacion no formal a travez de la participacion ciudadana, para que la gente pueda decidir por si misma, comportarce libre, feliz y responsable.

Asi la radio educativa marco una huella lucida que en los 90 se vuelve un tanto opaca, por el hecho de empezar a competir con la s emisoras comerciales en la busqueda de audiencias masivas.

El fin entonces cambió pues la mision no era capturar mentalidades sino hacer producir en las mentes algo nuevo,creativo, que contribuyera a buscar el desarrollo social. "Educación radiofónica será entendida en un sentido amplio: no solo las emisiones especializadas que imparten alfabetización y difusión de conocimientos elementales, si no todo aquello que procuran las transmisión de valores, la promoción humana, el desarrollo integral del hombre y la comunidad, lo que se propone elevar el nivel de conciencia, estimular la reflexión y convertir a cada hombre en agente activo de la transformación de su medio natural, económico y social" (Kaplún).

Hoy en día, la realidad es otra y por tanto la estrategia debe ser otra. Con el universo de información y nuevas tecnologías las radios educativas tienen la gran oportunidad de convertirse en prototipos impartidores de verdaderos ejemplos para la sociedad.

Deben ser las pistas que conecten los caminos nunca alcanzados, y así de esta forma crear una atmósfera donde todos y todas se sientan incluidos en esta nueva época que vivimos.

La idea central que debe pulular es que las radios educativas deben ser, pues, repensadas desde las perspectivas de las necesidades sociales.

Se tiene que estar acorde con las nuevas tecnologías. Buscar una complementariedad con las revoluciones informáticas, ya sean los medios audiovisuales, los multimedia o el internet. A partir de esto, entonces, poder creer en una verdadera preocupación por estar en las mentes de los nuevos campesinos y citadinos. Aunque esto no sería suficiente, también sería necesario la nueva fórmula por las cuales deben ser presupuestadas. Como se conoce, pues, en su apogeo, las radios era apoyadas por oenegés, organismos internacionales, nacionales y la religión.

Este es un nuevo tiempo el cual está cargado por los brazos del poder económico, lo cual no justificaría que las radios puedan funcionar sin un presupuesto. Esto sostendría el aval de tener radios con publicidad sin perder la creatividad de su programación. 

Adicionalmente a esta urdimbre radioeducativa, faltaría hilvanar el papel que deben jugar las universidades y los colegios. Son éstos también quienes deben asumir el compromiso único de buscar una sociedad más equitativa donde todos puedan desarrollarse a plena libertad, sin restricciones a sus ideales, a sus proyectos y a sus visiones.